Inversion y riesgo de la compra venta

Si alguna vez pensamos invertir nuestro capital, una posibilidad podría ser comprar un piso o una vivienda de cualquier tipo. Para ello, en primer lugar hay que estudiar la situación personal de cada persona, qué objetivos y qué tipo de piso como inversión nos conviene de mejor manera, para que alcancemos a ganar dinero en el corto - medio plazo como mucho. Hacer una inversión de un inmueble es mejor que tener el dinero parado, pero viendo en todo momento la rentabilidad, el riesgo y la liquidez. Por eso, cuanto más alto sea el riesgo, el interés también lo será, reduciéndose la liquidez. Pero cuando queremos tener menor riesgo, la rentabilidad que vamos a conseguir y la liquidez van a ser también menores. Cuando queremos especular con una inversión en un piso, podemos confundirnos y llegar a comprar una casa para vivir y pensemos como ciegos que estamos invirtiendo nuestro capital al vivir en la misma. No caigamos en el error, pues comprar una casa para vivir en ella se trata de un pasivo, porque elimina el dinero de nuestro bolsillo. Lo que sí sería una inversión, es comprar una segunda residencia cuando se esté viviendo en una propia, transformándose por tanto en un activo, introduciendo capital en nuestro bolsillo. Demasiadas personas que compran una primer inmueble para invertir, en el fondo no les gusta como residencia para hacer vida, por lo que les deja con el siguiente planteamiento. Se podría intentar llevar a cabo la venta del inmueble para comprar otro que realmente les guste, lo que puede llevar a que estén durante años intentando vender la vivienda o incluso llegar a venderla fuera de precio de mercado. Puede pasar también que alquilen otra vivienda que les guste para vivir y alquilar al mismo tiempo la que poseen en propiedad. Dicha situación tiene distintos riesgos, ya que por un lado existe la posibilidad de que tu casero incremente el precio de alquiler o que no quiera volver a alquilarte el inmueble, y que tu arrendatario abandone el alquiler y tengas que buscar otro inquilino con la correspondiente perdida de tiempo. Finalmente se puede vivir en el inmueble que tienes en propiedad pero no estarás a gusto pues no te gusta.