Problemas con las multas

Cuando te hace el stop un agente y te has saltado un semáforo, es muy difícil recurrir la sanción, puesto que es esta persona la que tiene la presunción de la verdad, por lo que por lo normal vas a perder el recurso y tendrás que hacer frente a la sanción.

Muchas ciudades están provistas de cámaras para fotografiar a los conductores que se saltan los semáforos.

Lo que ocurre es que se recibe en el domicilio una secuencia de imágenes que suelen captar la infracción. Se debe comprobar que el coche que aparece en las fotos es el nuestro, que la matrícula se vea de manera correcta y que el semáforo se encuentra efectivamente en rojo.

Debes solicitar siempre al mismo tiempo el certificado de homologación de la cámara del semáforo para comprobar que la sincronización entre el disparo de la cámara y la fase del semáforo es verídicamente correcta.

Además, hay que saber que las multas de cámaras en los semáforos no cumplen con la legalidad, pues sus cámaras no están sujetas a un control metrológico como bien indica la ley.

En el caso de no facilitarte las pruebas mencionadas y la multa se mantiene, habrá que seguir con los pasos que hacemos con las multas por velocidad, es decir, haremos un recurso de reposición, y en caso de no estar de acuerdo con el resultado, haremos un juicio vía administrativa.

No suele ser obligatorio que la Guardia Civil o la Policía te detenga para hacerte una denuncia por conducir empleando el teléfono móvil.

Por este motivo, en el momento en que te llega la multa, hay que presentar un escrito negando los hechos y solicitando pruebas de la infracción.

En este tipo de sanciones el agente no tiene la obligación de aportar un informe por lo que tendrán que justificar en todo momento su decisión, por lo que habrá que pagar la multa o continuar recurriendo la sanción con un recurso de reposición.

Así encontraremos algún defecto de forma, y en el caso de no enviarte ninguna prueba y mantener la multa en vigor, podremos aún por la vía administrativa.