COVID - 19. 21.- La Nueva Anormalidad.
Serie Cuentos de Cuarentena Escribir es lo mejor que puedes hacer cuando estás en cuarentena. Dejar volar la imaginación para salir del aburrimiento cotidiano. Mezclar lo real con lo fantástico es un buen ejercicio para la mente: estimula el cerebro y las neuronas dejan de morirse por falta de uso. Éste es un resultado positivo – creo – de la cuarentena entre marzo y agosto de 2020. 21.- Covidolocos: la Nueva Anormalidad. ¡Al fin puedo descansar un poco! Los humanos me habían fastidiado ya por muchos años y casi consiguieron devastarme. Al principio eran unos pocos y parecían changos (OK, algunos todavía parecen). Después algo pasó, no sé si fue un proceso natural, les ayudaron los aliens o alguien más pero se volvieron “inteligentes” y de repente empezaron a cultivar plantas, a domesticar y criar animales, y hacer grandes construcciones. Ésa ha sido la época más extraña que me ha tocado vivir. Todo esto rumiaba La Tierra. ¡Qué bueno que algunos virus y bacterias se volvieron resistentes! Así es como he podido continuar. Les agradezco infinitamente. Sí me afectó ver sufrir a tanta gente pero ya eran demasiados: ni los conejos sobreviven tanto. Hasta el LG ése me quité de encima: ¡Cómo fastidiaba todas las tardes! Los pastizales, los matorrales, los manglares, las selvas y los bosques están creciendo nuevamente y se están ampliando. Muchos animales que se creían extintos han aparecido desde donde se refugiaron, se están distribuyendo y reproduciendo bien. Hay montones de abejas, avispas y colibríes en las flores. La diversidad regresa por todos lados y me siento feliz. En la noche puedo ver muchas galaxias. ¡Me encanta el silencio! ¡Qué extraño que la mayoría de la gente nunca entendió la Unidad! Estoy formada de rocas, minerales, suelo, aire y de muchos tipos de plantas, animales, hongos, bacterias, virus, etc. Todos formamos parte de la Naturaleza y del Universo. ¿Era tan difícil entender eso? Yo no era propiedad de los humanos pero ellos así lo consideraban y tomaban de mí todo lo que querían. Me esforcé por complacerlos mucho tiempo hasta que casi morí. ¡Tantos siglos de abuso y de destrucción! Ahora, los ciclos naturales se están restableciendo. El aire se está limpiando, el agua está menos contaminada, los animales circulan libremente y las plantas están expandiendo sus territorios. ¡Hasta peso menos! Con el tiempo se generarán nuevas especies adaptadas a la Nueva Anormalidad. Las que había se están descontaminando. Lo que me preocupa son todas las plantas nucleares que en algún momento van a explotar por falta de mantenimiento y de enfriamiento. ¿Cómo le haré para controlar eso? Otro problema son los pocos humanos que quedaron. Tengo que decidir si esa especie definitivamente debe desaparecer en beneficio de todas las demás. Nunca había tenido una especie que afectara tanto a otras. Lo siento por las mascotas pero las que aguanten regresarán a sus ambientes naturales. Hoy podré dormir en paz. ¡Mañana será otro día!
Cuentista Chido
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