Rotular la Pandemia
Javier Sastre es uno de los miles de emprendedores que han sabido sobrevivir a la caída de su negocio con la llegada del COVID-19. Conozcamos su historia, que es la de muchos…
Su reinvención es la de muchos que buscaron nuevos productos y canales después de que sus clientes, su mercado, prácticamente desaparecieran. “¿Invertir en rotulación cuando un virus se apoderaba de calles y obligaba al cerrojazo a cientos de miles de establecimientos de Madrid?” Esto se preguntaba Javier Sastre a finales del mes de marzo cuando su negocio se tambaleaba, victima del confinamiento. “Por un momento pensé que lo mejor era cesar la actividad – recuerda Javier-. Las solicitudes de presupuesto dejaron de llegar y no podía abrir la tienda”.
Hasta ese momento en Rótulos SG realizaban trabajos de muy diversas características: rótulos luminosos, letras corpóreas, rotulación de vehículos, vinilos para escaparates e incluso señalización, entre otros. Todo ello era el resultado de más de una década de existencia como empresa, desde su fundación en 2008. Mamparas anti-Covid Ese mes de marzo, desde su local del número 11 de la emblemática calle Vallehermoso, este empresario empezó a observar que podía responder a una demanda creciente, precisamente provocada por la epidemia más mortífera que había sufrido la humanidad desde principios de siglo. “Llamé a mi agencia de comunicación, le expliqué mi situación y me explicaron que era el momento de buscar, más que nunca, los canales digitales”, explica Javier.
Los establecimientos abiertos, los supermercados, las farmacias, las panaderías, algunos bares y restaurantes… necesitaban mamparas rotuladas, señalización… incluso sus fachadas y escaparates precisaban de comunicación relacionada con el Corona Virus. Y así fue cuando empezó la remontada. Incluso mantuvo sus niveles de inversión en marketing y amplió su catálogo, eso sí, realizando una labor comercial más exhaustiva y persistente que nunca: mailings, campañas en Google, renovación de la web, etc. “Han sido meses muy complicados, ya que nosotros siempre nos hemos dedicado a hacer rótulos y con la pandemia muchos locales vieron obligados a cerrar, por lo que hemos tenido que reorientar el negocio aprovechando que había una alta demanda de mamparas”, corrobora este empresario madrileño, que ha ampliado su oferta con mostradores, escritorios, señalización de suelos para colegios y otros recintos públicos, etc.
Otros casos de reinvención Y es evidente que junto a Javier podemos otros muchos ejemplos:
- Las empresas textiles que han fabricado cientos de miles de mascarillas.
- Las empresas de regalos y merchandising que producen kits higiénicos anti Covid.
- Los laboratorios que se han inclinado a fabricar tests y otros materiales sanitarios de primera necesidad.
- Los deportistas que han empezado a ofertar entrenamiento personal on line.
- Las empresas de eventos que ofrecen ahora experiencias personales, exclusivas, con pocos participantes…
- … y así un largo etcétera de reinvenciones, de reconversiones.
El ejemplo de Javier es el de muchos que han superado y que tendrán que superar en el futuro una crisis económica que siempre se ceba con los más pequeños, con las pymes y autónomos.
De hecho, una encuesta reciente revela datos preocupantes:
- El 54% de los autónomos no sabe qué ocurrirá en su futuro.
- Un 9,9% de ellos es consciente de que va a cerrar.
- El 33% de aquellos que tiene trabajadores prevé realizar un ajuste de plantilla.
Pero siempre existirán casos como el Javier Sastre y su empresa de rotulación.
Un ejemplo de superación, de persistencia y, por qué no decirlo, de habilidad. Una habilidad que le permitió reorientar su negocio hacia donde el mercado le ofrecía posibilidades.
Ya lo saben: es el momento de reinventarse






































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