Escapadas Low-Cost desde Barcelona

Barcelona se ha convertido en uno de los destinos turísticos mas populares de Europa por mérito propio. Y no es para menos: la ciudad ofrece una arquitectura única, fantásticos museos, una gastronomía de lujo, una agenda de eventos infinita y una irresistible vida nocturna, todo a pocos pasos del mar. Pero en los alrededores de Barcelona destellan algunas joyas desconocidas para el turismo masivo y hasta para algunos barceloneses.

En el Litoral y Delta del Llobregat encontrarás animadas playas (en los alrededores del Aeropuerto de El Prat). Hasta hace poco muy degradas, los marjales y arenales están siendo recuperados paulatinamente. Hoy los aficionados al planespotting, es decir ver y fotografiar aviones, ya no están solos por la zona, acompañados por senderistas y sobre todo, aficionados al birdwatching, la observación de aves.

Vista desde el mar, la silueta de Barcelona está dominada por el Tibidabo. Pero toda la montaña sobre la que está situado el Tibidabo y que rodea Barcelona por el oeste es en realidad el Parque Natural de Collserola. Se trata del verdadero pulmón verde de la ciudad, enclavado en el centro del área metropolitana entre Barcelona ciudad y localidades de la periferia como St. Cugat o Rubí. Para visitarlos, no necesitas un coche. A solo 5 estaciones de metro te encontrarás en pleno bosque mediterráneo.

Su declaración de espacio protegido frenó la construcción, pero sigue siendo uno de los sitios más apreciados para vivir: en pleno bosque y a solo 20 minutos de metro de Plaza Catalunya. Hay una extensa red de sendas y caminos por donde pasear. Uno de ellos, el llamado Camino de las Aguas que parte del barrio de Vallvidrera, ofrece a lo largo de kilómetros una fantástica vista panorámica sobre toda la ciudad. Los que se adentran en la zona boscosa, se encuentran en minutos rodeados de algunos de los paisajes más insospechados de la periferia barcelonesa.

Tanto en Vallvidrera como en Collserola hay algunos sitios donde disfrutar de la buena cocina catalana. Destacable es el In-Out (Baixador de Vallvidrera), un establecimiento con cocina y comedor atendidos por disminuidos psíquicos, en el que además se come muy bien.

Desde Collserola puedes también puede volver a tomar el metro FGC y llegar a St. Cugat, para disfrutar del famoso monasterio y de una zona peatonal muy agradable y tranquila. Y para terminar la exploración, súbete de nuevo al mismo metro FGC y acércate a Sabadell, pasando por estaciones como Bellaterra o la Universidad Autónoma de Barcelona. La parte antigua de Sabadell y el ensanche tradicional son una verdadera sorpresa, con numerosas calles peatonales donde tomarse tranquilamente un café o un helado. Y todo ello a tiro de piedra, porque volver a la Plaza de Catalunya en Barcelona no te costará más de media hora de metro.

Estas excursiones resultan muy económicas, ya que no necesitas contratar un tour privado o alquilar un coche. Si escoges además alguna de las numerosas ofertas de hoteles y vuelos baratos a Barcelonadisponibles en Internet, entonces tienes la fórmula perfecta para una escapada a Barcelona low-cost y totalmente diferente.