Vivir con la enfermedad de crohn
Así como la medicación es necesaria en caso de enfermedad de Crohn , también debería prestarse atención a la comida.
La enfermedad de Crohn ocurre generalmente por vez primera en adultos jóvenes entre 20 y 30 años.
Causa diarrea y dolor, con mayor frecuencia en el abdomen inferior derecho.
El sangrado del recto, la pérdida de peso y fiebre también pueden ocurrir.
La enfermedad de Crohn evoluciona por brotes impredecibles y gravedad.
Las dificultades de la enfermedad de Crohn son una obstrucción o estrechamiento intestinal causado por el engrosamiento de las paredes del intestino, como resultado de la inflamación, y formación de fístulas.
Otras complicaciones pueden ocurrir:
Artritis
Problemas de la piel
Inflamación oral u ocular
Piedras en el riñón,
Cálculos biliares
Problemas hepáticos.
Alivio y prevención de la enfermedad de Crohn.
Actualmente, la enfermedad de Crohn no tiene una cura conocida y como con cualquier enfermedad crónica, debe ser tratada toda su vida.
Afortunadamente, podemos tratar los síntomas:
Control de la inflamación,
Para aliviar el dolor, la diarrea y otros síntomas,
Y, por último, la corrección de las deficiencias nutricionales y la adaptación de su dieta.
Medicamentos útiles en el caso de la enfermedad de Crohn
Los medicamentos anti-inflamatorios son prescritos en primera línea. Por supuesto, los analgésicos y antiespasmódicos ayudar a combatir el dolor abdominal mientras que anti-diarreicos o laxantes mejoran los trastornos intestinales.
El tratamiento de la enfermedad de Crohn debe ir a través de una dieta modificada y, a menudo debe tomar suplementos alimenticios.
De hecho, la inflamación interfiere con la capacidad del intestino de absorber los nutrientes de los alimentos. Por tanto, es esencial adoptar una dieta sana y equilibrada para reducir el riesgo de desnutrición y deshidratación.
Además, en tiempos de crisis, aumenta el malestar después de las comidas, porque la comida ejerce presión sobre la pared del intestino inflamado. Por ello se recomienda durante los brotes limitar la leche y los productos lácteos, así como fibra dietética.
Otros alimentos tienen la misma probabilidad de causar flatulencia y distensión intestinal acentuar el dolor: frijoles, repollo, cebollas, cítricos, refrescos...
Una consulta con un especialista en dietética se recomienda generalmente para definir la mejor dieta que mejor se adapte.
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