Como bajar de peso, se ha convertido en un reto y la Consecuencia de una adicción alimentaría, puede ser grave

Las cifras nacionales respecto a la obesidad y el sobrepeso reportadas en la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del 2012 muestran una desaceleración en su prevalencia, sin embargo aun continua en aumento, pues en el 2006 se tenía un total de 69.7% de personas quienes padecen esta epidemia, contra un 71.3% actual, lo que quiere decir que 7 de cada 10 adultos y 1 de cada 3 niños de 5 a 19 años presentan exceso de peso.

Recientes investigaciones han demostrado que pese a las estrategias empleadas para su tratamiento aun no se logra combatir el problema del sobrepeso con el tratamiento adecuado, pues en la mayoría de las intervenciones los pacientes abandonan el tratamiento o presentan recuperación ponderal.

Otras líneas de investigación dirigidas a estudiar el comportamiento humano respecto a la comida y la alimentación han identificado la presencia de un factor de adicción.

Se han encontrado similitudes entre la falta de habilidad para controlar la ingesta de calorías y las personas adictas a las drogas, donde ambos grupos comparten patrones de conducta aditiva. Esta conducta adictiva a los alimentos refleja un desequilibrio en la respuesta del cerebro a los estímulos del hambre y saciedad. Para la obesidad, este desequilibrio puede ser desencadenado también por anomalías endocrinológicas, lo cual aunado al fácil acceso y consumo excesivo de alimentos muy apetecibles contribuye a la persistencia de la obesidad.

El desequilibrio hormonal y genético, sobre todo aquellos genes que intervienen en el auto control y la disciplina parecen ser la primordial causa de la ingesta compulsiva.

Se ha visto también que existe una relación inversa entre las personas adictas y las personas obesas, es decir, aquellas personas con sobrepeso u obesidad, son menos propensas al consumo de drogas. Esta hipótesis se fundamenta en el hecho de considerar que las drogas y la comida compiten por los mismos mecanismos reguladores.

Otro aspecto importante a considerar es el rol que juega la preparación de los alimentos en el desarrollo de la adicción. La evidencia sugiere que los alimentos altamente procesados o sus ingredientes pueden ser capaces de desencadenar un proceso adictivo. Con todo esto podemos entender porque mucha gente se esfuerza por perder peso y lograr auto control sin tener suficiente éxito.

Además de los alimentos altamente procesados, existe un patrón adictivo desencadenado por los alimentos dulces. Estos, además de las contribuciones calóricas otorgadas al consumo energético total, mantienen similitud en la respuesta adictiva desarrollada en el cerebro. El azúcar y el sabor dulce desatan una sensación de placer o recompensa en el cerebro casi de la misma magnitud que la cocaína e incluso puede ser más atractiva que está al tener mayor intensidad. Esto explica el motivo por el cual muchas personas presentan dificultad para controlar la ingesta de altas cantidades de azúcar, especialmente cuando son continuamente expuestas a ellas.

Otro aspecto importante de la conducta adictiva a los alimentos ocurre en la población infantil y los comerciales televisivos. El impacto que generan los comerciales de televisión relacionados con la comida en diferentes áreas del cerebro ha sido motivo de estudio, descubriendo zonas de hipo-actividad cerebral en niños obesos las cuales se relacionan con la capacidad de auto control.

Un estudio midió la respuesta cerebral en niños expuestos ante comerciales de comida y comerciales de otra índole. Los niños obesos mostraron menor actividad de control cognitivo que los niños con peso adecuado cuando se les presentaron logotipos o comerciales de alimentos.

CONCLUSIONES.

Estos hallazgos proporcionan un nuevo panorama respecto a la etiología de la obesidad. La adherencia al tratamiento dietético y el reto de modificar hábitos alimentarios desde una perspectiva conductual-adictiva, considerando en la epidemia de la obesidad las implicaciones psicológicas y no únicamente una cuestión de actitud y sana alimentación

Datos del autor:

Dr. Victor Hernández del Castillo | Lightbody

En LigthBody, el enfoque principal está dedicado a nuestro programa de pérdida de peso, bajo supervisión médica. El tratamiento consiste en un asesoramiento personalizado.

El programa arranca desde la primer consulta, con uno de nuestros profesionales de la salud, seguido de citas programadas. Durante la primera visita, un miembro de nuestro personal, registrará la altura y el peso del paciente para calcular el índice de masa corporal y documentar el grado de obesidad. Con ello se obtendrá un historial médico, que explique un plan alimenticio adecuado a cada paciente, y someterse a un examen médico completo.