5 Langostas
5 langostas desfilaban, cada una con sus mejores galas
Acuario arriba, acuario abajo…
Renata orgullosa mostraba sus pinzas, Pepón su fuerza, Tubi arqueaba la espalda para que todos vieran su color, Josefina orgullosa desplegaba su cola, Mipo, patas arriba se había caído otra vez sobre Yoyo la mas pequeñita de todas.
Acuario arriba, acuario abajo…
No hace mucho eran 15, y poco a poco las escogidas conseguían abandonar aquella horrible cárcel para no volver. Las historias que se contaban desde hacía años habían pasado de generación en generación - algunas decían que viajaban a un país maravilloso, otras contaban horrores sobre langostas cocidas y devoradas por extraños seres extraterrestres - pero nadie supo nunca la verdad.
Al cabo de unas horas Yoyo lloraba desconsolada en un rincón, todas sus compañeras habían conseguido abandonar el acuario, pero ella era pequeñita y no había sido elegida.
Ya cansada de llorar, se armó de valor, tenía que encontrar el modo salir del acuario y regresar a casa.
Con mucha paciencia fue bordeando todo el cristal buscando una salida, golpeó todos los rincones con todas sus fuerzas… era demasiado pequeña, jamás conseguiría salir.
Dos días más tarde la despertó un horrible ruido y al abrir los ojos algo parecido a un pulpo la agarró y la sacó del agua.
Estaba segura de que iba a morir…
Poco a poco se elevó en el aire hasta llegar a la altura de una enorme cabeza vestida de blanco, con una fina línea de pelos sobre la boca, otra cabeza sin vestido se acercó… Yoyo notó como caía…ahora estaba en un cubo, y seguía viva.
Al levantar la cabeza del cubo vio a dos seres extraños, uno a cada lado, que se dirigían a un gran coche aparcado en la puerta.
Uno de ellos abrió la puerta, y el de la cabeza vestida entró con ella en un enorme coche de lujo.
El vehículo avanzó durante un rato y se detuvo al lado del mar.
La cabeza vestida dijo algo, y con mucho cuidado acercó el cubo al agua y dejó libre a Yoyo, que pudo regresar a casa.
- Vamos Fernando – dijo el jeque
- A sus órdenes Señor - dijo el conductor
Conductor
Registro automático