Jaén, una desconocida con un encanto especial
Jaén, plateada capital del Santo Reino, enclave de el reino nazarí de Al-Andalus, tierra de olivos milenarios y paraísos interiores. Quizá se trate de la menos conocidas de las capitales andaluzas, pero la antiguamente llamada Yayyan por los árabes, esconde lugares maravillosos, estupendos monumentos e historias legendarias. De obligada visita en esta ciudad es su Catedral, obra del arquitecto Andres de Vandelvira y una de las construcciones más representativas del renacimiento español.
Hoy día se pide su reconocimiento como patrimonio de la humanidad. Entre las joyas que esconde este sacro templo, destacar el Santo Rostro, un paño con el que supuestamente fue secado el rostro de Jesus en su Via Crucis. Otro de los lugares de indispensable visita, es el Palacio de Villadompardo. Dentro de este palacio se encuentran dos bonitos museos, el museo internacional de arte Naif y el museo de costumbres populares. Pero no son los museos lo que más destacan en el palacio, si no los majestuosos Baños Árabes. Estos baños datan del siglo X u XI aproximadamente y son los más grandes que se conservan en Europa. Son muestra del esplendor árabe de la ciudad jiennense. Otro destacado museo de la capital del Santo Reino es el Museo de Arte. Con grandes colecciones arqueológicas, como las de los íberos o su sección de Bellas Artes, donde incluso tienen grabados de Picasso.
Pero sin duda, si hay un lugar mágico y emblemático en Jaén, ese es el Castillo de Santa Catalina. Situado en lo alto del cerro del mismo nombre, corona desde las alturas la ciudad jiennense. El nombre del castillo, se debe a que la ciudad fue entregada por Alhamar a Fernando III el Santo el día de Santa Catalina. En su interior se encuentra el parador nacional, del que algunas revistas le conceden el título de ser uno de los mejores hoteles del Mundo.
De visita obligada en el castillo es la visita a la cruz de piedra, desde donde se puede contemplar el atardecer más espectacular de Jaén y las sierras, montañas y montes de olivos que la rodean. Jaén, cuenta a su vez con una de las juderías más bonitas que se conservan en España, con su entramado de callejuelas estrechitas típicas, se erigen como vestigio de la presencia hebrea en Jaén durante doce siglos.
En el casco histórico encontraremos lugares maravillosos como la iglesia de la Magdalena, edificada sobre una antigua mezquita de la Jaén musulmana y del que aún quedan restos, entre ellos un hermoso patio con arcos de herradura. En la Magdalena existe una fuente, de la cual se cuenta una leyenda famosa de un lagarto que es seña de identidad en la ciudad. Los restos de las murallas que fortificaban Jaén, con sus históricas puertas y lugares como el Arco de San Lorenzo, merecen la pena de ser visitadas por el turista, que se sorprenderá por su belleza. Pero si hay algo que distingue a la capital, es su cultura del tapeo. No hay nada como disfrutar de una cervecita en sus bares, donde por el precio de la bebida te ponen una tapa de excelente calidad y cantidad. Y es que en Jaén con tres cervezas se puede decir que has cenado. Sin duda, Jaén, tiene un encanto especial y cualquier turista que la visite, la recordará siempre porque la capital del paraíso interior, es legendaria y mágica.
Cristóbal Anaya http://www.grandesguiaseuropeas.com
Cristóbal A.P. http://elrincondekristo.wordpress.com
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