Cultivemos nuestro espiritu
Soy de la opinión de que la mujer y el hombre de nuestro mundo actual, tecnológicamente avanzado y socialmente complejo, no es feliz debido a que no cultiva su espíritu, todo lo desarrolla en mente y cuerpo.
Un escéptico o un ateo podrían decir que la espiritualidad no deja de ser un mecanismo de evasión para escapar de los problemas habituales; pero no es cierto: conociendo nuestro ser podemos afrontar con mayores garantías de éxito cualquier problema por serio que parezca.
También nos encontramos a personas muy religiosas, cumplidoras de normas, preceptos y ritos, que también, quizá por una excesiva autodisciplina normativa, acaban perdiendo aquello que pensaban poseer: la salud espiritual.
Es necesario, decir que la buena salud y la enfermedad tienen muchas maneras de manifestarse. Ya que hay personas que parecen fuertes y saludables pero en verdad, están muertas espiritualmente y esta es la enfermedad más terrible y trágica porque quiere decir que todo se ha perdido.
La buena salud tiene mucho que ver con muchos aspectos como son el alimento, la genética, el ejercicio, el clima, entre muchos otros, pero lo más importante sucede en nuestra mente. Las personas puede que vean hombres con espíritus de guerreros que parecen fuertes y saludables, pero puedo decir que esas personas puede que tengan una aparente buena salud pero si no hay Amor en sus corazones, entonces, ellos solamente tienen arrogancia e ignorancia espiritual, las cuales, los mataran finalmente. Esta es la razón de que una mente serena, educada y un corazón enamorado de la vida son tan importantes.
El cultivar el Amor, el bien, el perdón, la devoción y el servicio, no son solo las cualidades de aquellos que meditan en las montañas remotas, sino que son elementos esenciales en la vida de los hombres. El pensamiento correcto nos conducirá hacia una vida saludable, y atraeremos a nosotros y a otros, lo que sentimos y vivimos esencialmente en la intimidad de nuestros pensamientos.
Puede que episodios de falta de Amor y de miedos terribles aparezcan algunas veces, pero una mente y una conciencia fortalecida en la Paz y el Amor, superara los momentos más oscuros. Y cuando la muerte llegue, esa conciencia espiritual seguirá viviendo por que el Amor de Dios vive en aquel que ama el Amor. Y esto es realmente buena salud.
No debemos olvidar que somos seres espirituales residiendo en un cuerpo físico, controlado por nuestra mente.
La salud de nuestro espíritu se basa en nuestra capacidad de amar.
Lic. Pedro Borrero
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