EL AGUA: insumo esencial para la vida...

El Agua que habitualmente se consume en la Argentina contiene cloro, elemento necesario para descontaminarla pero perjudicial para la salud, ya que es un posible generador de subproductos tóxicos y cancerígenos. También es sabido que la corriente del líquido vital suele arrastrar en su cauce diversidad de impurezas de todo tipo, como sólidos en suspensión, metales pesados, pesticidas y contaminantes orgánicos. Todo lo cual hace que muchas personas dejen de consumir la cantidad de agua necesaria y vital para la salud humana, debido a que muchas veces el líquido presente mal gusto, olor desagradable, aspecto turbio o cause irritaciones y alergias al contacto con la piel. Los purificadores y filtros eliminan el cloro y esas sustancias extrañas y subproductos de la desinfección, tales como trihalometanos (THM) y cloraminas, además de reducir sustancialmente la presencia de sólidos en suspensión, pesticidas y contaminantes, logrando así que el agua vuelva a ser confiable, segura y saludable, mejorando notablemente su sabor, color y olor, es decir que conserve sus cualidades naturales saludables: insípida, incolora e inodora.El agua pura no tiene olor, sabor, ni color (es decir, es incolora, insípida e inodora). Para obtener agua químicamente pura es necesario realizar diversos procesos físicos de purificación ya que el agua es capaz de disolver una gran cantidad de sustancias químicas, incluyendo gases. Se llama agua destilada al agua que ha sido evaporada y posteriormente condensada. Al realizar este proceso se eliminan casi la totalidad de sustancias disueltas y microorganismos que suele contener el agua; es prácticamente la sustancia química pura H2O. Agua potable Se denomina agua potable (del latín potus, bebida, potabilis, bebible) al agua "bebible" en el sentido que puede ser consumida por personas y animales sin riesgo de contraer enfermedades. El término se aplica al agua que ha sido tratada para su consumo humano según unos estándares de calidad determinados por las autoridades locales e internacionales. En la Unión Europea la normativa 98/83/EU establece valores máximos y mínimos para el contenido en minerales, diferentes iones como cloruros, nitratos, nitritos, amonio, calcio, magnesio, fosfato, arsénico, etc., además de los gérmenes patógenos. El pH del agua potable debe estar entre 6,5 y 8,5. Los controles sobre el agua potable suelen ser más severos que los controles aplicados sobre las aguas minerales embotelladas. En zonas con intensivo uso agrícola es cada vez más difícil encontrar pozos cuyo agua se ajusta a las exigencias de las normativas. Especialmente los valores de nitratos y nitritos, además de las concentraciones de los compuestos fitosanitarios, superan a menudo el umbral de lo permitido. La razón suele ser el uso masivo de abonos minerales o la filtración de purines. El nitrógeno aplicado de esta manera que no es asimilado por las plantas es transformado por los microorganismos del suelo en nitrato y luego arrastrado por la agua de lluvia al nivel freático. También ponen en peligro el suministro de agua potable otros contaminantes medioambientales como el derrame de derivados del petróleo, lixiviados de minas, etc. Las causas de la no potabilidad del agua son: Bacterias, virus; Minerales (en formas de partículas o disueltos), productos tóxicos; Depósitos o partículas en suspensión.