Cómo Curar Heridas A Nuestros Hijos
Foto Por Binefacere, vía Flickr
Cuando nos enfrentamos a la difícil tarea de curar heridas a nuestros hijos, muchas veces no sabemos cuál es la técnica correcta y qué material necesitamos. Tanto la técnica como los materiales variarán en función del tipo de herida y estado de la misma. Y no debemos olvidar que son niños, con lo que habrá que intentar tranquilizarles desde el primer momento para que la cura no se convierta en una lucha.
¿Qué heridas podemos curar en casa?
En principio las heridas simples, tales como las erosiones y cortes sencillos. Aquellas que presenten sangrado abundante, corte con separación de bordes o en las que exista pérdida de tejido, deberían ser evaluadas y tratadas en un centro sanitario.
¿Cuál son los objetivo de nuestra actuación?
Los principales objetivos serán evitar la aparición de la infección y facilitar la cicatrización. La infección se puede producir como consecuencia de los gérmenes presentes en la suciedad o en nuestra propia piel, que aprovechando que está dañada pueden infectar los tejidos.
¿Qué material necesitamos para hacer la cura?
Necesitaremos gasas, suero de lavado (a veces con agua limpia será suficiente), un antiséptico y apósitos por si es necesario dejar la herida tapada.
Técnica para curar heridas
Lo primero de todo será tranquilizar a nuestro hijo para que se deje curar. Esta es una tarea a veces complicada, ya que las heridas duelen y el niño se enfrenta a situaciones que son desconocidas para él. Es importante hablarle para que se calme y explicarle todo el proceso para que sepa lo que vamos a hacer en todo momento.
Una vez que el niño está preparado, vamos a limpiar bien la herida. Nos lavaremos nosotros las manos para evitar contaminar más la zona y lavaremos bien toda la herida para eliminar la mayor cantidad de microorganismos y suciedad mediante arrastre. Esto se puede hacer con suero fisiológico o agua y un jabón suave que no irrite la piel. Si la herida sangra un poco, debemos presionar unos minutos con una gasa para que ceda el sangrado.
Una vez limpia, desinfectaremos la herida. Para ello, podemos usar distintos antisépticos o desinfectantes. Tendremos que disponer de uno o dos diferentes y usar cada uno en función de la herida que tengamos. Aplicaremos el antiséptico con una gasa (evita el algodón, que se puede deshilachar y quedar pegado a la herida) y en sentido circular, untando primero la herida y después los bordes.
Ya desinfectada, podemos dejar la herida al aire o tapada. Normalmente se recomienda taparla si hay posibilidad de que se pueda ensuciar (frecuente en niños) o si el roce de la misma produce dolor.Cuidados posteriores
Se puede repetir la cura 2 veces al día los 3 primeros días, momento en que aparecerá el tejido de cicatrización y no será necesario curar más veces. En el caso de que la herida presentara signos de infección (dolor, enrojecimiento, inflamación, calor o presencia de pus), deberemos acudir a que la valore un profesional.
Espero que estos consejos te ayuden a perder el miedo a la hora de curar heridas a tus hijos. No dudes en consultarme cualquier duda que tengas.
Chema Cepeda
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