¿Es grave tener presión arterial baja?
La presión arterial se determina por la acción de dos factores: la cantidad de sangre bombeada por el corazón a las arterias y la resistencia al flujo sanguíneo provocada por las paredes de las mismas. La presión arterial baja se asocia principalmente con el primero de estos dos factores.
Presentar niveles de presión baja con respecto a la media (112/64) no es tan grave como tener hipertensión, y en general no debería significar mayor preocupación, ya que menores niveles de presión se asocian a menores probabilidades de accidentes cardiovasculares. Sin embargo, en determinadas condiciones, tener presión arterial baja o hipotensión, sí puede implicar algunos inconvenientes.
La hipotensión se asocia con baja presión sanguínea, y ésta es ocasionada por un reducido flujo de sangre circulando por venas y arterias. Cuando el flujo sanguíneo es demasiado bajo, llega menos oxígeno y nutrientes al cerebro y los órganos vitales, provocando fallas en su funcionamiento o incluso daño permanente.
¿Cómo sé si tengo presión arterial baja?
Hablamos de hipotensión cuando los niveles medidos de presión arterial son inferiores a 90 (sistólico) y 60 (diastólico).
Las personas con hipotensión pueden presentar caídas repentinas de la presión en determinados momentos, provocándoles por ejemplo una sensación de mareo o incluso desmayo. Ese tipo de síntomas ocurren cuando se reduce el flujo sanguíneo al cerebro, debido a una muy baja presión arterial. En esas situaciones es recomendable la consulta médica, ya que es fundamental identificar la causa de esta disminución, para prevenir accidentes importantes en el futuro.
Sin embargo existen situaciones de la vida cotidiana donde es común la baja presión arterial, por ejemplo al levantarse rápidamente luego de estar sentado o acostado. Si la sensación de mareo se revierte rápidamente, no es necesario preocuparse, ya que lo que está sucediendo es simplemente que la sangre, que estaba estacionada en la parte inferior del cuerpo había reducido su presión, pero cuando la persona se pone repentinamente de pie, la presión baja más, pudiendo provocar estos síntomas. Si la recuperación de los mismos toma más de lo normal, sí se puede estar ante un caso de presión arterial baja.
También se producen bajas repentinas de presión cuando se sufre una pérdida de sangre, por ejemplo ante el sufrimiento de una herida. En esas circunstancias también es normal es que el cuerpo reaccione rápidamente para recuperar la presión, mediante la aceleración del ritmo cardíaco, el afinamiento de las venas y arterias, y la reducción del flujo de sangre a los riñones.
Más información sobre Presión Arterial: ¿Qué es la presión arterial?
Registro automático