Relojes de Pulsera Blancpain
Establecida en 1735, el momento decisivo para Blancpain llegó a mediados del siglo XX con la muerte del último miembro que quedaba de la familia Blancpain.
Durante los siguientes cincuenta años, los relojes Blancpain serían fabricados por Rayville, antes que la firma fuera comprada por SSIH, la compañía matriz de los relojeros Tissot y Omega. SSIH procedió a cerrar Blancpain aunque la empresa permanecía rentable debido a la popularidad de sus modelos de relojes para buceo.
En 1983, Jean-Claude Biver, un ejecutivo de Omega y Jacques Piguet, un descendiente de la reconocida familia Suiza de relojeros Piguet, llevaron a cabo la resurrección de Blancpain.
Biver y Piguet obtuvieron una propiedad en Le Brassus y empezaron a fabricar relojes mecánicos muy bien hechos, que funcionaban con mecanismos automáticos encerrados en simples pero elegantes cajas. Para el inicio del siglo XX, Blancpain había alcanzado su objetivo – desarrollar seis modelos diferentes de reloj, cada uno con una complicación distinta. Estas complicaciones eran un indicador de la fase de la luna, mecanismo ultra delgado, calendario perpetuo, cronógrafo de fracción de segundo, tourbillon y repetidor de minuto. Poco tiempo después, Blancpain desarrolló un reloj único que tenía las 6 complicaciones.
El indicador de la fase de la luna es esencialmente la marca registrada de los relojes Blancpain, con esta complicación incluida en muchos de sus relojes y las exquisitas cajas de oro de muchos de sus modelos. Entre los logros de Blancpain está el Quattro, el cual está al lado de los cronógrafos de cuerda automática más pequeños del mundo y también incluye al tourbillon, característica de fracción de segundos, cronógrafo fly-back y calendario perpetuo. Además, un punto de honor con la Compañía Blancpain es que nunca ha fabricado un reloj de cuarzo.
Blancpain continua haciendo sus relojes en la manera tradicional, sin utilizar una línea de ensamblado, si no con un relojero trabajando en un reloj desde su inicio hasta terminarlo. Esto ha limitado el volumen de producción de la compañía a un número relativamente bajo de 10,000 relojes por año, una cantidad pequeña si se compara con las compañías más grandes fabricantes de relojes. Cada reloj Blancpain tiene un mecanismo hecho por Frederic Piguet, quién tiene su oficina en el mismo edificio que Blancpain.
El Grupo Swatch, la compañía responsable de una gran porción de todos los relojes vendidos alrededor del mundo, compró Blancpain en 1992, por un valor de aproximadamente mil veces el que Jean-Claude Biver pagó cuando la compró diez años antes. Aunque Biver ya no es socio de Blancpain, la base de seguidores de la compañía continua siendo numerosa y ferozmente fiel.
En 2008, el Grupo Swatch también compró la firma Vincent Calabrese, Vica Sarl. Blancpain y Vica Sarl han disfrutado largamente de una fructífera relación entre ambos, ya que Vica Sarl provee a Blancpain con sus tourbillones. Calabrese fue uno de los fundadores de la Academia Horológica de Creadores Independientes y su compañía goza de una larga tradición de excelencia en la fabricación de relojes. Con su compra por parte del Grupo Swatch, ahora, la Compañía Vica Sarl ha decidido dedicarse al desarrollo de nuevos productos Blancpain frescos e innovadores.
En Baselworld 2008, Calabrese y Blancpain revelaron al mundo el Carrousel Volant Une Minute, el primer reloj de Blancpain que incorporaba el tourbillon de carrusel volante de un minuto. El carrusel tourbillon, inventado en 1982, sirve para el mismo propósito que el tourbillon, pero hasta ahora nunca ha sido miniaturizado a un tamaño que sea adecuado para un reloj de pulsera.
Originalmente el carrusel tourbillon tenía la intención de ser una alternativa menos costosa que el técnicamente complejo tourbillon, pero cuando Bonniksen, el inventor del carrusel tourbillon, completó el diseño y desarrollo del carrusel tourbillon, resultó ser bastante más complicado que el tourbillon, haciéndolo realmente más caro de construir que el éste.
El movimiento pionero de Blancpain ha sido bautizado como el Calibre 225 y su tourbillon de carrusel volante está hecho de 262 piezas individuales. El dial frontal está hecho con un diseño de corte transversal, que pone en exhibición prominente el mecanismo automático exquisitamente decorado, incluso cuando se ve desde el frente. Con cien horas de energía de reserva, este nuevo reloj también contiene una manecilla de jaula que es “punteaguda”, permitiéndole servir una función alterna como una segunda manecilla.
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