Pronostico del paciente con virus del SIDA VIH
El pronóstico es positivo. La infección por VIH no es una enfermedad progresiva y fatal, como lo fue en los años 80 y a principios de los 90. El recuerdo de esos días y el estigma social que aún rodea al VIH, puede hacer que recibir el diagnostico de VIH positivo, sea más difícil de lo que en realidad es, ya que con el tratamiento correcto, el VIH es ahora una enfermedad crónica y tratable. Cuando el paciente no tiene una historia emocional y social muy complicada, la persona podría llegar a reaccionar como si se tratara del diagnostico de una diabetes o una artritis reumatoide. Ciertamente, la analogía no es exacta, puesto que la artritis o diabetes no se contagia a alguien más. Por otro lado, el tratamiento del VIH en la actualidad es más sencillo y efectivo, que los tratamientos de otras enfermedades crónicas.
La terapia antirretroviral (TAR) es el término utilizado para describir la combinación de fármacos —también conocido como “cóctel”— que se ha venido utilizando desde mediados de los 90. Cuando se menciona el “tratamiento” en este libro, se hace referencia a la TAR o también llamada terapia antirretroviral altamente activa (TAAA) porque esencialmente impide que el virus se multiplique y se reproduzca. Esto evita que el sistema inmune —el sistema que permite al cuerpo luchar contra las enfermedades— sea dañado y se recupere. El desarrollo de la TAR es equiparable al descubrimiento de la penicilina, al ser uno de los descubrimientos más importantes para la humanidad en el siglo XX y en mejora continua durante este siglo.
La TAR ha cambiado completamente la visión de las personas con VIH. No existe un limité de tiempo para los beneficios que ofrece una vez iniciada. Si se usan los medicamentos siguiendo estrictamente las indicaciones, el paciente puede mantener el VIH bajo control de manera indefinida, teniendo que modificar el tratamiento únicamente si se presentan efectos secundarios o porque han aparecido mejores medicamentos. Si se ha recibido el diagnostico, el paciente debe estar conciente que puede vivir muchos años, lo suficiente como para morir anciano. No es necesario renunciar al trabajo o excederse en las tarjetas de crédito.
La TAR no garantiza que el estilo de vida del paciente VIH positivo sea como el de una persona perfectamente sana, pero si es posible decir a los pacientes recientemente diagnosticados, que con un tratamiento juicioso y con el acompañamiento constante del médico tratante, puede eliminar casi por completo la posibilidad de que muera de SIDA.
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