En Tu Cumpleaños

En este día al conmemorar el día de tu llegada a esta tierra, nos unimos a ti en celebración. En celebración porque es motivo de regocijo la oportunidad de expresión que nos ofrece nuestro Padre, para que con Su ayuda, que nunca falta, alcancemos la gloria que alcanzó nuestro Señor Jesucristo.

Esta gloria la ganamos al hacernos el compromiso de practicar en nuestras vidas las enseñanzas que nos dejó Jesús. Llevar a nuestro nivel más profundo en conciencia los preceptos que Jesús nos mostró; aseguró que nosotros podemos hacer cosas más grandes que las que Él hizo.

Festejo tu llegada a este plano de existencia, porque tengo el gran privilegio de compartir contigo esta experiencia de vida espiritual, vivida desde un cuerpo físico. Doy gracias a Dios porque nos muestra tanto amor que nos ayuda a crecer en estatura espiritual, y pone a nuestro alcance todas las herramientas que podamos necesitar para ir creciendo de gloria en gloria, hasta alcanzar la plenitud en el amor de Dios, nuestra mas alta realización.

Te veo firme, sabio, correcto, entusiasta, completo, pleno, amado por Dios, incluido en el plan de vida de Dios Padre, envuelto en la presencia sabia y poderosa, guiado por el espíritu de sabiduría, bendecido, renovado.

Eres un ser espiritual asumiendo los retos de vivir en una experiencia humana; retos que te llevan a una más alta comprensión de la Verdad, al buscar con sinceridad la presencia de Dios en Ti. En ti están todas las respuestas, todas las preguntas, las necesidades, las tristezas y alegrías, la sed de amor, el privilegio de dar amor … todo está dentro de ti, y todo tiene respuesta en Ti.

Centrándote en tu interior y en comunión con el Padre, te descubres, te encuentras, te respondes, encuentras tu salvación. Así trabaja el Padre, cuando nos hacemos conscientes de su presencia en nosotros, y trabajando en nosotros, se hace la luz, se desvanece la oscuridad y encontramos nuestra verdad.

Esta verdad es la que necesitamos ir descubriendo día a día, segundo a segundo; es la que nos hace uno con el Padre Creador de todo y de todos. Así nos situamos en posición correcta respecto al Padre, y podemos sentir su compañía siempre, y descubrimos que no estamos solos, nunca lo hemos estado.

Deseo para ti, toda la Gloria de Dios haciéndose evidente y clara, la Verdad haciéndose luz en tu corazón, y el Amor de Dios guiándote y protegiéndote, mostrándote el camino.

Jacqueline González

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