Domina “lo que tu cuerpo dice” y mejora tu desempeño en las entrevistas laborales.

Las expresiones corporales pueden influir de manera importante en el resultado de una entrevista. La comunicación no verbal, clave en el análisis de los reclutadores.

Es común que, como parte del proceso que vivimos al prepararnos para una entrevista, no escatimemos tiempo en prestar atención a los detalles de lo que vamos a decir, mensajes, datos destacables de nuestro CV, etc., sin embargo, existe un apartado al que solemos descuidar un poco: la “expresión corporal”.

Lo anterior cobra especial relevancia, si tomamos  en cuenta el alto grado de influencia que tienen las expresiones no verbales. Estudios realizados por la Universidad de Los Ángeles, señalan que el  93% de un mensaje se transmite a través del lenguaje corporal, incluyendo nuestro tono de voz, y sólo el 7% restante son palabras. Ésto nos permite inducir que el cuerpo revela a nuestro interlocutor sentimientos o ideas que tenemos en el subconsciente, lo cual puede actuar tanto a favor como en contra, durante las entrevistas de trabajo.

Arturo Rosales, Gerente de Marketing de Monster.com.mx, comenta: “La mayoría de los reclutadores tienen conocimiento sobre el lenguaje corporal  y no dudan en utilizarlo durante las entrevistas que conducen; pues les ayuda a detectar  inseguridades, nerviosismo o inconsistencias en la información. Por esta razón resulta conveniente echar mano de algunas tácticas y conductas muy sencillas que serán de mucha ayuda para generar una buena impresión de nosotros mismos”.

A este respecto, Luis Miguel Saavedra, Coach en empleo de Meta 7 y colaborador de Monster.com.mx, sugiere tomar en cuenta algunas consideraciones que ayudarán a reforzar el mensaje que queremos transmitir:

Camina erguido y respira de forma tranquila, procura tener la mano derecha libre para saludar con un apretón de manos firme. Intenta mantener siempre contacto visual, si esto se te dificulta puedes fijar la mirada entre las cejas de tu interlocutor, él o ella no notará que no le miras a los ojos, y espera a que te inviten a tomar asiento. Una vez sentado, procura hacerlo con la espalda recta y recargado en el respaldo de la silla, no te acerques demasiado al escritorio, si llevas algo en las manos -como la bolsa en caso de las mujeres-  déjala en la silla de al lado, no coloques nada entre el entrevistador y tú. Al iniciar la entrevista puedes inclinarte ligeramente hacia adelante, manteniendo contacto visual y tocando ligeramente tu barbilla con la mano derecha, sonríe y asiente con la cabeza ya que esto denota interés, antes de responder a cada pregunta has una pequeña pausa y no interrumpas. Evita cruzarte de brazos, ya que puede tomarse como señal de tensión y de encontrarse a la defensiva, y no ladees la cabeza, pues refleja aburrimiento. Por otra parte, es recomendable utilizar las manos para enfatizar lo que dices y se ve muy bien, ya que mostrar las manos es un símbolo de honestidad.

Por último recuerda que “la práctica hace al maestro, por lo que es importante  hacernos el hábito de observarnos con más detalle, ya que de esta forma nos será más fácil interpretar mucho mejor el lenguaje corporal. Una forma excelente de auto conocerte es que te graben y posteriormente analizar cada una de tus posturas y gestos; te vas a sorprender de los resultados”, destacó Saavedra.