¿León o Venado? La imagen de un líder por Ana Orozco
Un ejército de venados dirigido por un león es mucho más temible
que un ejército de leones mandado por un venado.
Plutarco
Si queremos ser parte de una exclusiva elite de personas que se encuentran en una posición jerárquica elevada pero que buscan ser más que jefes, líderes, debemos prepararnos y asumir el compromiso que esto conlleva ya que el precio de la grandeza es la responsabilidad. Un líder se distingue entre otras muchas cosas por su: inteligencia, tenacidad, competencia, capacidad de decisión, valores, buena imagen, pasión, coraje, serenidad e interés.
Así que si buscamos ser grandes líderes debemos tomar en consideración algunos factores que ayudarán a nuestros subalternos a descubrir su potencial por sí mismos y así los incitaremos para hacer más efectivo su trabajo ya que un gran líder hace que su gente brille con luz propia.
Comencemos por cuidar nuestra imagen para proyectar seriedad, autoridad y poder ante nuestro público pero principalmente ante nuestros empleados, también es importante cuidar los estímulos que emitimos como el de alentar a nuestros subalternos, mostrémonos interesados en sus ideas, trabajo y proyectos ya que con esto comunicaremos confianza y se sentirán valorados. También debemos brindarles las herramientas laborales apropiadas para que puedan desempeñar sus funciones correctamente, así como estar al pendiente de su superación, al otorgarles capacitación constante en áreas que sean afines a sus tareas.
Debemos ser cordiales, amables y nunca rígidos ya que las buenas maneras vuelven más agradable la vida en el trabajo, pero justo en este punto debemos tener especial cuidado ya que esto no debe malinterpretarse con sobrepasar la delgada línea que existe entre la amabilidad y la amistad ya que como habíamos hablado en artículos anteriores, los asuntos personales son eso “personales” y nunca deben ser llevados a la oficina. La amabilidad entonces será por ejemplo: saludar a nuestros empleados por su nombre, nunca olvidarnos de pedir las cosas por favor y reconocer un trabajo bien hecho, ser prudentes y respetuosos.
Un punto que debe ser destacado es que jamás debemos llamarles la atención de manera pública, si tenemos la necesidad de corregir a nuestros empleados inexcusablemente tendrá que ser de manera privada ya que esto evitará que se sientan humillados, es muy importante hacer críticas constructivas y solo criticar el desempeño profesional, nunca a la persona, siendo muy claros en los puntos en los cuales deseamos que mejore, también es importante destacar aspectos positivos que le permitirán no desmotivarse y lo encausarán a no volver a fallar, y en cuanto notemos que el motivo que generó la corrección esta siendo modificado debemos darle a conocer que estamos al pendiente de su progreso.
Brindar amplias oportunidades a todos los subalternos, impulsar la política de puertas abiertas y ser capaces de delegar responsabilidades confiando en el juicio de nuestro personal son otras formas eficaces de promover su desarrollo profesional y acercarnos así al camino para ser buenos líderes eligiendo ser leones al mando. Por lo tanto recordemos que un líder lograr saca lo mejor de los demás, inspira a sus colaboradores demostrando capacidad, sabiduría y competencia para promoverlos a llegar a ser líderes también.
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Ana Orozco
Me encantan los artículos de la consultora en imagen pública Ana Orozco, este me parecio extraordinario, publica mas seguido de ella. gracias
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