¿Qué Ganas Preocupándote?
La respuesta a esta pregunta es igual de simple que la misma. Nada.
La preocupación y la depresión son el pan de cada día en nuestra sociedad.
Al parecer nos hemos acostumbrado a vivir con preocupación constante y por lo tanto sumergidos en la depresión por problemas que, si bien no tienen una solución aparente, pueden hacerse mucho más llevaderos o bien, solucionarse con la mera disposición de querer.
Deudas con los bancos, problemas laborales, situaciones en el hogar o con los amigos etc, no se resuelven solo con pensar. Si ese tiempo que le dedicamos emocionalmente a estas situaciones lo destináramos a solucionarlas o bien a trabajar para que no nos afecten o interfieran con nuestra vida, la historia sería otra.
No estoy diciendo con esto que no nos ocupemos del problema, sencillamente aprendamos darle las proporciones que realmente tiene. La sensación paralizante que experimentamos en ciertas situaciones no es más que el miedo a tomar cartas en el asunto y a fracasar en el intento.
La preocupación constante y la depresión son indicadores claros que nos alertan para tomar las riendas del asunto y comprometernos a solucionarlo lo antes posible. No lo contrario.
¿Tienes una deuda muy grande que crees no poder pagar? No te sientes a lamentarte diciéndote entre líneas que eres un fracasado. Mejor encuentra la manera de ponerte al corriente aunque te tardes años en saldar la deuda.
¿Estas deprimido porque alguien te rechazó? Deprimiéndote y pensando en los “por ques” o en donde estas mal, ese alguien no va a aceptarte de vuelta. Mejor levántate de la cama, sal de tu casa y ocúpate en algo productivo que te distraiga. Decide de una buena vez no sentirte mal sobre algo en lo que tú no tienes ningún control.
¿Tienes problemas en el trabajo y estas literalmente HARTO? En lugar de seguir levantándote cada día a acudir a ese empleo que odias, date a la tarea en el “inter” de buscar algo más, sin darte el pretexto de que no lo hay.
¿Estas harto de no tener dinero y de vivir siempre con limitaciones? En vez de resignarte, mejor haz cosas diferentes, experimenta otras áreas y entonces seguramente tendrás resultados diferentes.
En conclusión:
La acción cura el miedo y el miedo es la raíz de absolutamente todos nuestros problemas.
Asume la cultura de la acción en tu día a día y te aseguro que los problemas que te aquejen, no importando de que índole sean, se verán muchísimo más pequeños de lo que realmente son. Tendrás así una perspectiva mucho más amplia y positiva de la vida en general.
¿No me crees?
Aplícalo y me dices.
Saludos
"Haré Hoy Lo Que Otros No Quieren Para Mañana Vivir Como otros No Pueden"
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