Crónica del hombre tímido con las mujeres

Todos los días se levanta y se ve solo, se pregunta cuándo llegara el día en que conocerá a la mujer que se convierta en su pareja o novia. Sale de su casa y lo primero que ve es a las demás personas, alegres divirtiéndose y en pareja, una vez más se dice algún día yo estaré como ellos, tendré a una hermosa compañera a mi lado, sin embargo ese día aun no llega.

Arriba a su lugar de trabajo y la ve sentada allí como todos los días, es la mujer del cubículo del lado, pero de la cual solo sabe su nombre porque lo escucho por los pasillos, y ni siquiera la saluda porque no se atreve a dirigirle la palabra, el temor lo inunda y no se cree capas de armar un par de frases para entablar una conversación con ella, lo único que acaba haciendo es mírala de vez en cuando y soltar un suspiro como diciendo “algún día le hablare pero no será hoy”.

Termina el largo día en el trabajo, y no fue capaz siquiera de despedirse de su compañera de trabajo, el temor gobierna su mente y limita sus acciones, se retira del trabajo pensando en ella, en lo hermosa que es y lo estúpido de su aptitud pesando “porque no le hablo y le pido su teléfono o quizás le mando un regalo anónimo”, pero concluye que no es apropiado porque no lleva chances con ella, su mente lo pre-condiciona al supuesto fracaso. Fracaso que solamente  construye en su imaginación porque en la realidad ni siquiera lo intenta.

Llega a la casa y se acuesta solo de nuevo, justo como amaneció, pensando en que mañana será otro día. Amanece un nuevo día y sigue solo, repite la misma rutina, sale a su trabajo, la ve y no le dice nada, se va el día y no se atreve a nada. Al día siguiente todo parece igual, rutinario y monótono como siempre, pero cuando llega al lugar de trabajo se encuentra con que la mujer del cúbico de al lado tiene un visitante y conversan amenamente, ella ríe con sus bromas, hay contacto visual fuerte, y el termina su conversación pidiéndole su número móvil y ella se lo da sin mayores problemas y él se retira.

Justo antes de la hora de salida oye como suena el móvil de su compañera, y es el tipo de la mañana pidiéndola que cenen juntos, ella acepta y le cuenta a sus amigas de su pretendiente ella parece muy entusiasmada. Nuestro amigo empieza a sentir una sensación de frustración infundada, se llena de odio contra sí mismo al ver como otro se lleva a su preciosa joya, se va a su casa y solo piensa lo que puede estar sucediendo en estos momentos entre aquellos dos, esa noche lo la pasa fácil.

Al día siguiente cuando llega al trabajo ve a su compañera de trabajo muy feliz, alegre por la velada de anoche, le comenta a sus amigas de lo fabuloso que lo paso, y la sensación interna de frustración aumenta aún más ya que ve como otro hombre le está arrebatando a su amor en secreto.

Seguramente muchos hombres se sentirán identificados con este tipo de historias, el problema particular con este tipo de hombres es la timidez. El temor los domina y el pensamiento negativo los limita grandemente, si tú tienes este tipo de problemas deberías buscar la manera de ir cambiando ese tipo de pensamiento negativo, porque de seguir así tendrás grandes dificultades para conocer a otras personas y desarrollar tu vida social y en especial tendrás muchas problemas para conocer mujeres.

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