Saber vivir, 8 Consejos para tener más Vida con Salud Total.
Vivimos en un mundo acelerado marcado por el tiempo que para todo nos parece corto; sumergidos por horas en actividades y constantes presiones tanto en el trabajo; como en nuestra vida familiar, preocupados por suplir las necesidades materiales del día a día, dejando en un segundo plano lo más importante; nosotros, nuestra vida.
Algunos piensan que las cosas suceden porque sí; y que ya todo está predestinado y que si se enferman o les sucede una desgracia es consecuencia del azar, esto parece tener alguna lógica en una sociedad “moderna” en la que la mayoría sabe bastante más; como funciona una computadora que cuales son las necesidades apremiantes de su cuerpo y de sus órganos.
Otros han optado por la opción sabia de creer que hay un estilo de vida saludable y que más bien los resultados finales de toda actividad que emprenden va depender de sus hábitos alimenticios; de sus relaciones interpersonales; de sus costumbres sanas, de cuan optimistas sean y cuanta actividad física realicen.
Lo correcto y adecuado es establecer un equilibrio entre las actividades que desempeñamos, los hábitos alimenticios y nuestras costumbres diarias enfocadas a un estilo de vida saludable; es decir saber vivir.
Aquí hay 8 Consejos valiosos; que nos dan Más Vida y Mejor Salud:
1. Adicionar frutas y vegetales a nuestra Alimentación.
Si bien para algunos una dieta vegetariana contiene todos los nutrientes necesarios para mantener una excelente salud, creo que lo recomendable es no abusar de las carnes, embutidos y productos lácteos; pues su alto contenido graso saturado y de proteínas conduce a enfermedades arteriales y del corazón.
Los aceites y grasas monoinsaturadas vegetales son las más indicadas para mantener el colesterol y triglicéridosen niveles adecuados.
Las frutas y vegetales contienen una gran cantidad de vitaminas, minerales y fibra que facilitan la evacuación de los desechos y protegen el colon; así como de las enfermedades relacionadas a la acción de los radicales libres.
2. No Abusar de los Productos Procesados.
Todos los alimentos naturales u orgánicos; aquellos que en su elaboración y proceso no utilicen preservativos, colorantes y saborizantes son más amigables con el organismo; pues existen indicios de que algunos de estos químicos tienen cierta relación con algunos tipos cáncer.
También es muy importante como se preparan los alimentos; cocinados al vapor o al horno y también a fuego lento pierden muy poco de su valor nutritivo, al contrario de las frituras y asados que, además, son más propensos a la formación de sustancias tóxicas.
Si, adicionalmente, se preparan los alimentos con mucho entusiasmo y cariño y se disfrutan con pausa y en buena compañía, pues se asimilan mejor.
3. Mantener siempre un Pensamiento y Actitud Positiva.
Hay varios estudios que demuestran que las personas con actitud positiva y buen humor son seres que disfrutan de buena salud. Son individuos que toman decisiones más eficaces; practican ejercicios, comen mejor y más saludable, descansan más y tienen una “conexión” que les permite entender rápidamente las alarmas que emite su cuerpo.
Por el contrario un individuo temeroso y negativo atrae más situaciones y circunstancias de este tipo; convencido de que nada de lo que hace es bueno y de su mala suerte, no toma las precauciones necesarias para evitar las enfermedades y complicaciones caóticas en su diario vivir.
Las personas optimistas saben rodearse y atraen a seres de igual condición, son menos propensos a los efectos nocivos del estrés y poseen una reacción inmunológica con mayor fortaleza.
La buena noticia o la esperanza para los pesimistas; es que si son conscientes de su estado y están dispuestos a un cambio, pueden aplicar ciertas técnicas y hábitos para cultivar el optimismo y lograr todos sus beneficios
4. Aprender a Disfrutar del Descanso y la necesidad del Sueño.
El organismo necesita de un tiempo de calidad para recuperar sus energías; el sueño en cantidad y condiciones adecuadas es imprescindible en este sentido.
Descansar no implica necesariamente dormir; no debemos “forzar” el sueño; hay que saber disfrutar de instantes de placer como admirar la naturaleza, conversar con amigos, escuchar música y es muy importante “oir” nuestro interior; que dicen nuestros órganos y cultivarnos; esto es prioridad.
La persona que duerme y descansa bien permite la regeneración de sus células en todos sus órganos y por lo tanto sufre menos de enfermedades virales; como los estados gripales.
Cuando se duerme; el cuerpo experimenta un proceso de oxigenación total y asimila toda la experiencia de la jornada activa; por lo que restaura el equilibrio mental y físico.
5. Practicar Ejercicio Físico y Disfrutar del Trabajo.
Tenemos que mantenernos en constante actividad; nuestros huesos y músculos lo requieren para su desarrollo y no tiene que ser con ejercicios extenuantes que producen fatiga y cansancio.
Es bueno practicar algún deporte; pero sobre todo son excelentes los que se realizan al aire libre y en contacto con el sol, el aire, el agua y la tierra, estos elementos adicionan una vitalidad extra.
Los expertos sostienen que media hora diaria de trote o caminata ligera es suficiente para que el organismo elimine toxinas y no permita la manifestación de algún gen que pueda derivar en algún tipo de cáncer u otra enfermedad cardíaca o mental.
La actividad física se debe practicar siempre; más aún las personas mayores que necesitan tonificar los músculos y enfrentar el deterioro de la densidad ósea; y en el caso de las mujeres evitar la desmineralización y la osteoporosis.
En cuanto al trabajo lo ideal es laborar en algo que nos cause satisfacción y para lo cual nos sentimos con vocación. Aunque no siempre esto es fácil de lograr debemos analizar otras alternativas; si lo que nos aporta nuestro trabajo son más cosas negativas que positivas y está en riesgo nuestro equilibrio.
La paga recibida es importante; pero más importante es el tipo de trabajo y el ambiente en que se labora. El exceso de trabajo causa estrés crónico; lo cual es un peligro porque la energía vital se va deteriorando; hasta que surgen las alteraciones físicas o mentales, obligando a algunas personas a buscar una “salida” como por ejemplo: comiendo, bebiendo o fumando demasiado y profundizando más el problema.
6. Vivir a Plenitud en un entorno Agradable.
El lugar en que vivimos debe estar libre de artefactos u objetos deteriorados y sin uso; debemos vivir en un lugar donde ingrese el aire y los rayos del sol para que no se convierta en una zona húmeda donde se propague el crecimiento de hongos y bacterias.
Se debe evitar el uso frecuente de ambientadores sintéticos o de muebles y alfombras nuevos que emanen gases o contaminantes fuertes; no hay nada mejor que respirar aire puro libre de sustancias toxicas.
Para mantenernos sanos y con la mente en equilibrio es necesario rodearnos de elementos naturales; plantas, flores, piedras, luz y colores agradables en vez de entornos artificiales, superficies duras y paredes oscuras.
7. Ser Amigo de las Terapias Naturales.
Es mejor acostumbrarnos a aplicar la medicina preventiva y no esperar a que el mal se agrave para correr donde el médico. Cuando recién inician los primeros síntomas físicos y algún cambio en el estado de ánimo es momento de hacer uso de las terapias naturales.
Lo recomendable es indagar para estar seguros con cual nos identificamos más o cual se adecua más a nuestro organismo y así decidirnos por alguna de estas:
- Una terapia nutricional; que son dietas y suplementos de acuerdo a nuestros problemas.
- Terapia Homeopática; tiene que ver con el poder auto curativo del organismo y dolencias de tipo psicosomático utilizando remedios ligeros.
- Las plantas medicinales; de uso muy conocido y antiguo, actualmente algunas son más recomendadas que ciertos medicamentos.
- Medicina china; la acupuntura es la técnica tradicional de equilibrio de las energías entre el hombre y la naturaleza.
- Terapias corporales; masajes y fricciones de liberación energética negativa.
8. Frecuentar la Naturaleza y Mantener el Equilibrio Emocional.
En un mundo cada vez más tecnológico y superpoblado se hace necesario tener contacto más frecuente con el colorido y frescura de la naturaleza. Está demostrado que quienes desde la ventana de su trabajo observan árboles; trabajan más a gusto que quienes están encerrados en cuatro paredes.
El sólo hecho de entrar en contacto con la naturaleza hace disminuir la fatiga mental, el mal humor y los accidentes e intensifica las acciones positivas.
Las personas que no viven en casas con jardines deberían hacer frecuentes visitas a los parques; y hacer contacto con lo natural en sus vacaciones.
Nos sentiremos más felices de pertenecer a este mundo si logramos un equilibrio emocional y espiritual. Si no controlamos nuestra ira, si a menudo estamos tristes o sentimos que no tenemos conexión con este mundo, a la larga podemos hacer que afloren las enfermedades.
Por lo general los conflictos emocionales tienen causas profundas y muchas veces se relacionan con experiencias afectivas de la infancia; y en algunos casos también, tiene que ver con la inseguridad y el temor de formar parte de algo mucho más inmenso que nuestro ser.
Lo ideal es descubrir poco a poco el origen de estos traumas e irlos combatiendo conectándonos con todos los elementos de la naturaleza, los seres vivos, con las personas, nuestros seres queridos, a través de relaciones afectivas sanas y con el deseo de lograr el bien para todos.
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