¿Hacer dieta engorda?

Llega la época de vivir más al aire libre. Deseamos vernos bien; nos empuja una fuerte determinación para perder peso, pero el tomar una decisión precipitada puede desembocar en un efecto rebote que origine el efecto contrario.

¿Y cual sería la dieta más rápida? La dieta más rápida para adelgazar podríamos pensar que sería tener una lámpara mágica con un genio que nos pudiese conceder ¡el peso de nuestros sueños! No estaría mal ¿no?, pero no nos engañemos, aunque pasara esto, al cabo de unos  meses nuestro cuerpo volvería a ser el mismo. La razón sería el no haber dado los pasos más importantes para mantenerlo y sobre todo, no haber superado los viejos hábitos.

Es ingenuo pensar que un plan intensivo a ensaladas y productos adelgazantes durante unas semanas nos va a hacer alcanzar un objetivo de peso a largo plazo. En el mejor de los casos, si nunca has estado a dieta responderás muy bien a cualquier tratamiento. Pero, si no es la primera vez que lo intentas y reproduces lo que ya hiciste, caes en un mal hábito. Así aparece el temido efecto yoyó, pues seguimos dietas restrictivas durante mucho tiempo empezamos a perder grasa, pero también mucha musculatura. Es decir, estamos adelgazando a costa de perder agua y un tejido vivo fundamental para nosotros.

Al regresar a los malos hábitos alimenticios iniciales, lógicamente volveremos a recuperar los kilos que habíamos perdido pero con un extra más, pues nuestro cuerpo ahora ha perdido el músculo que nos hacía quemar calorías sólo por el hecho de existir. Por ello, bajar peso rápidamente no es el objetivo fundamental de una dieta, sino perder la grasa y no bajar la guardia para mantener nuestra musculatura.

Es fácil encontrar gente desesperada por haber infringido las reglas del último régimen dejándolo para la semana que viene y volviendo con mayor carga de ansiedad y desánimo a su plan, escuchándoles comentar: “Yo, es que como lo mismo que antes y ahora engordo”. Cada experiencia estricta con la comida nos hace comprobar que el “yoyó” solo tiene dos posiciones y que no existe ningún término medio en la mayoría de planteamientos que funcione.

¿Cuál es la mejor dieta?

La mejor dieta de adelgazamiento no es la que elimina más kilos en menos tiempo sino aquella que nos educa para no volver a ganarlos. La buena dieta debe favorecer la adquisición de unos buenos hábitos. Debe prevenir los posibles desórdenes ligados a nuestra obesidad (como atracones, privaciones peligrosas, etc.) propiciado un estado nutricional óptimo que nos permita estar más delgados y saludables.

Errores comunes que se comenten al hacer dieta

Estos son algunos de los errores  más frecuentes que he observado en mis clientes a la hora de perder peso.

• Fijarse metas irrealistas. Mucha gente quiere perder cifras exorbitantes de peso en un tiempo record y bajo mi punto de vista es un error. No puedes solucionar en unas pocas semanas tantos años de desmesura. El objetivo primordial para adelgazar inteligentemente es perder grasa y para eso, se necesita más tiempo que sólo para perder peso.
• No hacer nada de ejercicio y concentrarse solo en lo que se come. El músculo es fundamental para quemar calorías de forma saludable y olvidarse del efecto rebote, así que es necesario encontrar el modo idóneo para ejercitarnos. Y por ejercicio, nos vale caminar.
• Comenzar a hacer cualquier dieta sindar los pasos previos para formar nuestra base de bienestar y nuestra base para consolidar el nuevo hábito.

¿Engordan las emociones?

El segundo fallo que suele ocurrir cuando se plantea adelgazar es el hecho que todas las dietas, consejos y reglas no funcionarán si se ignora la parte emocional relacionada con la comida. Muchas veces te preguntarás: ¿Por qué sigo comiendo demasiado y de las cosas equivocadas? La mayoría de las veces, cuando tenemos ansiedad por comer más y más, dulces, galletas, fritos,…en realidad, podemos estar hambrientos de compañía, seguridad, ilusión o motivación en nuestras vidas. Y cuando estás sujeto por esa clase de hambre, todos los consejos y trucos del mundo no te van a salvar.

Nuestras emociones determinan la forma y la calidad de lo que comemos y en muchas ocasiones trastocan nuestra forma de relacionarnos con la comida, llegando a tener la sensación de haber perdido el control, encontrándonos mal con nuestro peso, con nuestra imagen y bloqueando nuestra capacidad para disfrutar de la vida.

Para adelgazar es cierto que es necesario llevar cierto control sobre lo qué se come pero de nada sirve dejar de comer durante una temporada, si no lo acompañamos de profundos cambios a nivel mental: Saber reconocer nuestros pensamientos, emociones, comportamientos y contar con un plan de acción personalizado, es un paso previo indispensable para perder peso de forma eficaz.

Dicho esto ¿cómo crees que vas a bajar de peso, mantener tu forma física y conseguir el mejor aspecto, tener tú animo a punto y no desfallecer en el cambio? Tucoach de salud te va a ayudar a definir el programa adecuado, para empezar desde ahora, a hacer cambios naturales hacia un camino de éxito permanente y no solo rápido.

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