Lectura rápida y comprensiva a base de concentración: más apuntes
La concentración es el lastre que mucha gente tiene a la hora de conseguir aprender a leer rápido y de forma comprensiva. En artículos pasados se citaban aspectos mejorables de nuestro entorno para conseguir una mayor concentración, así como otros más interiores que, aunque serán un poco más difíciles de conseguir, supondrán un salto cuantitativo si somos capaces de adquirirlos como hábitos normales de lectura.
En uno de los apartados de esosartículos ya se tocaba un poco el tema de nuestras preocupaciones personales; sin duda, son uno de los mayores enemigos de la concentración y en la medida de lo posible se recomendaba desconectar durante el periodo de lectura y practicarla en fases del día de mayor lucidez mental y expuestas a los quehaceres cotidianos en la menor medida posible. Con este post damos un pasito más para completar este apartado:
antes de comenzar a leer, reflexiona y plantéate mentalmente cuáles son todas tus preocupaciones, una vez localizadas y analizadas intenta dar una respuesta a cada una de ellas, no te frustres por la demora en el comienzo de la lectura; aunque pienses que este ejercicio supondrá restar tiempo de lectura, en la esencia ganaras eficacia y por lo tanto te cundirá más el tiempo, se trata de que te preguntes todo aquello que te inquieta, que le des una solución posible y que, sobre todo, estas preguntas interiores en forma de preocupaciones no te ataquen durante tu tiempo de lectura, lo que supondría, como ya se ha dicho, pérdida de velocidad y de concentración afectando a nuestro propósito de obtener una lectura rápida y comprensiva.Habrás oído hablar del umbral de agotamiento; es un término muy utilizado en el deporte y constituye un hito imaginario donde el deportista mental y muscularmente cree que no puede seguir (su cerebro les pide parar), pero una vez superado este umbral tiene un efecto psicológico que hará que recobren nuevas fuerzas. El término lo manejan mucho los deportistas de élite en pruebas de fondo, donde se requiere un preparación mental enorme para, cuando tu cuerpo te está diciendo ¡basta ya...!, seguir adelante.
Pues en la lectura también, como en el deporte, se puede uno entrenar para superar el umbral de cansancio. Ya se había tratado el tema de la disciplina, del número de hojas (o tiempo, o capítulos...) que teníamos que plantearnos como objetivo y que era fundamental tener esta referencia antes de empezar; pues bien, como un deportista trata de forzarse tú tendrás que intentar, cuando hayas llegado a tu fin diario, marcarte otra pequeña nueva sub-referencia, por ejemplo quince minutos más, diez hojas más, un capítulo más, etc. Conseguirás con este ejercicio aumentar tuconcentración, entrenarte para leer un poco más cada día y sentirte gratificado interiormente. No todos los días lo conseguirás, pero es fundamental no incumplir tu objetivo diario, que debe ser asequible no imposible, y si puedes forzarte a leer un ratito más.
Son dos buenos ejercicios para incrementar tu concentración en la lectura y que puedes completar con otros haciendo click aquí.
Aumentar concentración. Sin duda, me lo planteo como un robot cada vez que estoy estudiando un tema de la oposición: aumentar concentración, aumentar concentración...a ver si mi cerebro lo asimila. Pero es complicadísimo. Lo intentaré con estos métodos, y también con música, que he leído en algunos foros que es un sistema innovador de aumentar la concentración.
Saludos
Esperanza
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