El Funcionamiento De Los Relojes Biométricos
Hace algunos años, los sistemas y relojes biométricos podían sonar como algo posible sólo en películas de ciencia ficción. Las necesidades de un mundo en constate globalización, han hecho que estos adelantos sean toda una realidad. Ya sea con propósitos de seguridad o para evitar que un amigo marque tarjeta por otro, muchas empresas han optado por la implementación de estos aparatos.
A la hora de adquirir un reloj biométrico, existen dos modelos a tener en cuenta: los de lectores de huellas digitales y los de lectores de mano. Estos dispositivos fueron los que predominaron, como únicas opciones, durante mucho tiempo, pero ya se están comenzados a implementar otros sistemas como el de reconocimiento facial y el de iris. Sin embargo, el precio y la compleja instalación de estos últimos, han hecho que se prefieran los diseños para huellas y manos. De esta manera, es muy normal que se apliquen lectores de huellas digitales o de mano a computadores portátiles, cerraduras y por supuesto; en relojes biométricos.
Antes de implementar el uso de relojes biométricos, hay que considerar el ambiente en el que se está. Por ejemplo, si las personas que van a pasar por el sistema trabajan en un ambiente algo intenso como una cocina, un taller de mecánica o una construcción; es mejor acudir a los lectores de mano, que a los de huellas digitales. En un ambiente de oficina, lo mejor sería usar un sistema de reconocimiento de huellas.
La biometría de huellas digitales mide los puntos de minucia, de las puntas de los dedos. Estos puntos son únicos en cada ser humano, por lo que no es posible que dos personas tengan patrones similares. Es por esto que desde hace muchos años, las huellas digitales han sido los indicadores biométricos, que más se usan.
La biometría de los lectores de mano se basa en el análisis de la geometría de la mano. Esta geometría incluye la longitud, el ancho, el grueso y el área de superficie que cubre la mano. Una ventaja de este análisis es que no importa si una persona gana o pierde peso, el sistema no tendrá ningún problema con ello.
Una ventaja, de los relojes biométricos, es que ellos se pagan por sí mismos en menos de un año. Además, la instalación de estos dispositivos es muy sencilla y rápida. Así que invertir en estos dispositivos es una gran idea, en especial cuando se está al frente de un negocio y se quiere sacar lo mejor de él.
Un control de acceso no puede ser débil y si se busca contar con uno que valga la pena, las cerraduras biométricas son lo mejor. Con dichas cerraduras no hay lugar a errores o a fraudes.
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