20 Razones para Viajar

Para algunos es un estilo de vida, para otros es un escape de la rutina. En lo que si estamos de acuerdo todos es que viajar, es una experiencia única y agradable, cualquiera sea la manera en que se haga. Al viajar, no sólo trabajamos músculos físicos sino que también nuestros 5 sentidos, en su máxima expresión.

Desde las típicas vacaciones en la playa, un fin de semana en el rancho, unos días acampando hasta los viajeros de término largo que lo hacen a dedo, en bicicleta, en autobuses, en sus propios autos, trabajando, disfrutando o conociendo, cada viaje tiene un significado especial para nosotros y lo disfrutamos cada minuto. Pero... ¿Cuál es el verdadero significado de viajar? ¿En qué nos beneficia romper la rutina y conocer el mundo? Al menos para mí, estos 20 puntos no lo pueden definir mejor.

1. Libertad Total.

Cuando viajas, eres practicamente libre en el completo sentido de la palabra. Ya sea que viajes sólo o acompañado, tienes la libertad (o tienen) de planear su agenda diaria a placer. Tu decides que hacer en las 24 horas que contiene tu día, que y donde comer, hacia donde ir, a que hora y donde despertarte, a que hora y en donde dormirte, que tipo de personas conocer, que nuevas experiencias vivir y la lista sigue. Al viajar, no tienes un jefe ni nadie que te dicte que hacer, puedes seguir una pauta pero lo bonito es que esa pauta es creada por ti mismo o en conjunto si estás viajando con más personas.

2. Te vuelves un Ninja Social.

A menos que seas autista, un convicto famoso o un antisocial, al viajar tienes la oportunidad de conocer muchísimas personas. Por supuesto que cada persona tiene su propia personalidad y forma de ser, lo cual te desafía a abrir tu mente para entablar una buena relación con ellos. Mejoras tu tolerancia, tu forma de hablar, de entender y de convivir con el resto de las personas, además de las infinitas experiencias y cosas nuevas que aprenderás de ellos. Terminas creando una biblioteca social en tu cabeza con los diferentes tipos de personas que nos rodean, la cual es una herramienta increíble para lograr cosas en la vida.

3. Amigos.

Al ir conociendo personas, por supuesto que no todos serán tus amigos del alma. Con algunos sólo compartirás una copa, un sofa, un baile, un cruce de palabras, un mal momento, un buen momento, etc. Pero cuando convives un poco más de tiempo o un momento especial con las personas que conoces viajando, creas un lazo de amistad que cruza fronteras. Con lo conectados virtualmente que vivimos hoy en día, habiendo vivido un momento juntos, las personas siguen las vidas de los otros mediante las redes sociales, y por ende, la amistad continúa. Yo personalmente, he conocido gente increíble en los viajes que he realizado y, a pesar de que no comparto mucho tiempo con ellos, les tengo una confianza muy grande por los pequeños lapsos que compartimos juntos.

4. Hay más que una llovizna o el "Calor" de 30°.

Si no nos movemos de donde vivimos, nos seguiremos quejando en Invierno del frío "fatal" de 10° o en Verano del calor "infernal" de 32°, sin saber que hay gente que vive a -30° en Finlandia, a 50° en Arizona, con 10 metros de nieve en Nevada o sudando a los 5 minutos en un clima tropical como el de Venezuela. Los nuevos climas nos ayudan a apreciar nuestro clima perfecto y nos motiva a aprovecharlo con sus defectos y virtudes.

5. Abre tu mente.

Viajar es como leer un libro las 24 horas, los 7 días de la semana con tus 5 sentidos. Comienzas a ver el "verdadero" mundo donde vivimos y te das cuenta que el lugar donde resides, tu cultura, tu forma de vida, tus costumbres, tu comida, tu círculo social, tus objetivos y tu como persona, son una frase corta en la página 54 de un libro de 2.000 páginas. Abres tu mente a nuevas experiencias y formas de vida, creando nuevos estándares y objetivos dentro de la tuya.

6. Cultivas historia universal.

Ve a museos, lugares históricos, ruinas o lugares naturales donde sucedió algún acontecimiento. Una vez que estés ahí pregunta, lee, escucha y observa todo lo que puedas y quieras para saber porqué aquel lugar es tan importante, recuerda que no hay mayor ignorante que el que no pregunta. Al comenzar a aprender sobre la historia de otras culturas (o sobre tu propia cultura) te das cuenta que a todos nos costó llegar a ser lo que hoy somos como nación y cultura. Entiendes un poco mejor la forma de ser de la gente local, además de ver que Cuauhtémoc fue un emperador mexica en Tenochtitlan y no el jugador de fútbol más polémico de las últimas décadas, o que Pedro de Valdivia fue un conquistador hispano y no una calle.

7. Come y conoce.

Sorpresa. No todos los menús diarios son cereal con leche, comida corrida y unos tacos en la noche. Cuando viajas te das cuenta que hay 2039485739302 diferentes tipos de comida, donde encuentras de todo, platillos deliciosos y otros no tanto. Cuando comes cosas nuevas, no sólo trabajas tus papilas gustativas, sino que también aprendes un poco de todo. Desde historia (platillos típicos de la zona) hasta cultura y cocina. Por supuesto que no todo es rico, pero tu tienes el poder de colocar tus propios límites a la hora de comer. A mi personalmente me encanta comer y cocinar, pero tengo mis límites a la hora de probar cosas (Los mariscos nunca me han pasado, pero para las porquerías de la calle, soy una aspiradora).

8. D'accord, Klar, Sure, Tietenkin, Ahuevo!

Aprender un idioma es toda una travesía. No es algo que puedas aprender en un viaje de 1 semana o 1 mes, pero aprender un idioma es algo que te puede motivar a viajar o viceversa. Los idiomas, además de ayudarte a comunicarte con personas de otras culturas, te hace pensar como ellos. La paciencia, perseverancia y audacia juegan un papel crucial a la hora de aprender un idioma, ya que debes de esperar y aprender con calma las reglas básicas, luego practicar el idioma en todo aspecto y momento que puedas, sin miedo al error, a la burla o al no entendimiento por parte de los demás, ya que es la única forma de aprenderlo. Y a la hora de viajar, no hay mejor práctica que el lugar mismo donde se habla el idioma. Tu tiempo de aprendimiento se reduce y tu capacidad de aprendimiento crece exponencialmente. Te das cuenta también de lo equivocado que estamos cuando categorizamos a un extranjero por lo poco que sabemos sobre su idioma, y que los gringos no son todo el tiempo "dous cerrvezas pourr favouurr" , los alemanes no están enojados siempre o en Francia, los "fdgranceces" comen algo más que un simple baguette.

9. El mundo real.

Al experimentar diferentes culturas en diferentes lugares, te das cuenta de cómo funciona el mundo realmente. Los estándares, paradigmas y objetivos con los que creciste, son muy diferentes a los de los demás, ya que son los de tu pequeño círculo social donde desarrollaste tu infancia y juventud. Cuando ves el mundo real allá afuera, entiendes que es lo que realmente quieres en tu vida y como puedes complementarla en la vida de los otros, piensas más allá de lo obvio y tus límites se disparan hacia el cielo. Aprendes a apreciar lo que tienes ya que otras personas viven con una décima parte de lo que tu posees o a pensar en grande, ya que conoces gente que ha hecho cosas grandes. Otro punto importante es que ves como es un país o ciudad realmente, a diferencia de lo que te dicen la televisión o las noticias. Recuerden que las malas noticias siempre van a vender más que las buenas, y por eso a los medios de comunicación les conviene recalcar todo ésto, de lo contrario no tendrían audencia o sería muy poca. En México si hay secuestros, asesinatos y narcotráfico, pero no es en cada esquina como lo pinta la televisión. Yo he caminado en la Ciudad de México por la noche, he ido a Michoacán en tiempos de guerra, he cruzado Sinaloa en la época más "cruel" del narcotráfico y nunca he tenido algún problema. También se que probablemente si voy a Afganistán, no me van a disparar saliendo del aeropuerto, si voy a Colombia no me volveré adicto a la cocaína, si voy a Sierra Leona, no me dará Sida y que si voy a Japón, no moriré víctima de un Tsunami. A lo mejor y sí, pero no dejo que lo que veo y escucho en los medios de comunicación, me impida a hacerlo.

"De una vez por todas, ésto no es México!"

10. La ruedita de Hamster, dentro de tu cerebro, comienza a rodar.

Ideas, ideas y más ideas es lo que ves diario cuando viajas. Si ves algo que te parece interesante, prúebalo y pregunta como se hace. Tu mente comienza a cultivar la creatividad y si lo haces constantemente, es la mejor arma para emprender algo. Piensa en cómo podrías implementar una idea que has visto allá afuera, en tu ciudad. Estados Unidos es la mejor muestra de ésto. Debido a la diversidad de culturas que encontramos en este país, podemos ver las diferentes ideas que han sido traídas desde afuera y triunfado en aquel territorio. Aún más fácil: date una vuelta por tu ciudad y observa todos los negocios que promueven alguna idea de afuera. A muchos les va bastante bien. Por otro lado, podemos implementar cosas nuestras en otros lugares, ya que es un hecho que nuestra cultura y costumbres, son bien aceptadas en todo el mundo, sólo hay que saber como implementarla.

11. Desaparecen los límites.

Al conocer tanta gente interesante y ver las cosas interesantes que han hecho en y con su vida, te motivas personalmente a hacer lo que realmente deseas hacer, dejando a un lado los límites, barreras, miedos y diretes que nos bloquean día con día. Sabes que al final, el éxito depende sólamente de lo que puedan hacer tus manos y tu mente, mismos que pueden ponerte los límites, nadie más.

12. Es barato.

Este es uno de las tabús más discutidos a la hora de viajar. La mayoría de las personas piensan que para viajar necesitamos una fortuna antes, durante y después de hacerlo, y por eso no lo hacen. Esto es totalmente falso. Por supuesto, si quieres viajar a Cancún en el hotel más lujoso de la ciudad, comiendo langosta, bebiendo champagne y viajando en un crucero a la isla Holbox, entonces si necesitas dinero, y un montón. Pero aquí recalco en cuantas ganas tiene una persona de salir a conocer y que tanto está dispuesto a distorsionar su umbral de comodidad. Con las herramientas virtuales que encontramos hoy en día, es posible viajar sabiendo las tarifas más baratas disponibles (StudentUniverse), consiguiendo descuentos para eventos especiales (GroupOn), no pagar hospedaje (CouchSurfing), saber donde hay eventos gratis y miles de cosas más. También hay lugares donde viajar por un período largo resulta mejor, económicamente hablando, que vivir en tu ciudad, ya que no pagas renta y la comida es bastante barata. Puedes planear un buen viaje con sólo unos meses de anticipación, o inclusive (como lo prefiero yo), lanzarte a la aventura con sólo unos cuantos pesos en el bolsillo.

13. Aprendes más que en un salón de clases.

Quizás si algún día tengo hijos, esta sea la razón de impedirles que entren a la universidad inmediatamente después de la preparatoria. Al viajar, aprendes mucho más que quedándote sentado detrás de una banca escuchando a un profesor, o al menos, entiendes mejor las cosas. ¿Por qué? Porque no hay mejor manera de aprendizaje que la práctica. La práctica te hace ver las cosas como son realmente y te da un panorama amplio, dándote a elegir tus verdaderos intereses. Cuando tienes tus verdaderos intereses decididos, entonces comienzas a aprender teóricamente y todo lo que ves en papeles se vuelve mucho más claro una vez que ya lo has visto personalmente. Un joven debe de viajar y conocer, luego estudiar y decidir que hacer con su vida. De lo contrario, al no conocer, seguimos el consejo de gente que ha hecho cosas que nosotros no y corremos el riesgo de que al hacer esas cosas, no nos gusten.

14. Libera toda tu mierda.

Si tienes problemas, presiones o simplemente tu vida no posee momentos de alegría, entonces viajar es la mejor solución. En el momento que abandonas tu ciudad, te olvidas de todo lo que ocurre contigo dentro de ella. Tienes el tiempo de estar solo y con la mente clara. Puedes ordenar tus pensamientos, ideas y situaciones sin la presión de estar pensando en otras cosas que no aportan nada bueno en tu vida. Al volver, ves todo más claro y enfrentas tus problemas de una manera diferente hasta terminarlos.

15. Adiós aburrimiento.

Es muy difícil aburrirte mientras viajas ya que siempre tienes algo que hacer o aprender. Pero este punto no se refiere a mientras estás viajando, sino que cuando dejas de viajar. Cuando viajas aprendes a no perder el tiempo, siempre vas a encontrar algo que hacer o alguna manera de rellenar tu espacio libre. A medida que lo haces con frecuencia, lo adaptas para tu vida cotidiana. Por lo tanto, ya sea estés viajando o no, siempre estarás en la búsqueda de hacer o aprender cosas nuevas, eliminando el tiempo muerto en tu vida que genera aburrimiento.

16. Vives con lo que necesitas.

Este es uno de mis puntos favoritos. Al viajar constantemente, realmente aprendes a vivir con lo que necesitas, dejando a un lado los lujos y juguetes innecesarios. Cuando viajo, sólo llevo conmigo una mochila con unos cuantos cambios de ropa, un desodorante, cepillo de dientes, un par de libros, mi laptop, mis zapatos de fútbol, la camiseta de la selección chilena, la camiseta de los Tigres y ya. Ya sea viajando o viviendo en mi lugar de residencia, no necesito más. Dejas de gastar tu dinero en cosas que no aportan nada, cosas que los demás te dicen que son una "buena inversión" pero no lo son como un auto, ropa de marca, un reloj, un iPad, un mueble nuevo, una televisión, etc. Son sólo juguetes. Y como todo buen juguete, te divierte durante un tiempo y luego lo terminas tirando a la basura porque ya no genera ninguna emoción en ti. Vas por el siguiente juguete sin darte cuenta como estás tirando el dinero a la basura, en vez de invertirlo en algo que te deja una marca de por vida como un viaje, un curso o comida.

17. Hogar, dulce hogar.

Viajas porque estás aburrido de tu entorno y quieres conocer más. Luego cuando estás afuera te das cuenta lo importante que es tu propio hogar. Tu colchón se vuelve tu mejor amigo, la comida que cocina tu mamá es la mejor de todas, el bar al que siempre vas es el más divertido de todos y tus amigos, son los mejores del mundo. A corto plazo funciona con tu hogar, pero a largo plazo funciona con tu ciudad o país. Cuando estás en él sin conocer otros paises, lo odias. Tu país es una mierda y todo lo que hay en él también. Luego sales por unos meses o años y te das cuenta que tu país no está tan jodido, que tiene sus ventajas y desventajas como todos los demás y que en algunas cosas, tu país es una maravilla. Una paradoja increíble, pero salir de tus país es la única forma de amarlo.

18. Te vuelve interesante.

Siempre un viaje a la playa será mejor tema de conversación que un nuevo trabajo. El viajar y conocer, te hace más interesante ante los demás. No por el "estatus social" (estúpido) que adquieres al visitar París, la madre Patria o Estados Unidos, sino por las experiencias diferentes y únicas que vives en tus travesías. A la mayoría nos encanta escuchar historias de cosas extrañas e inusuales que no ocurren en nuestro ambiente diario, pero todavía nos encanta más contarlas si es que las hemos vivido.

19. Una vida orgullosa.

Si has viajado y conocido bastante a lo largo de tu vida, puedo apostar que el día del juicio final, te irás con una sonrisa de oreja a oreja. Yo pienso que la mayoría de la gente que muere triste, es porque fallece con arrepentimiento dentro de ellos. Mueren diciendo "¿Qué hubiera pasado si hubiera viajado a tal lugar?", "¿Qué hubiera pasado si hubiera renunciado a mi trabajo para disfrutar un rato mi vida?", "Qué hubiera pasado si hubiera aceptado la invitación de fulano, sin importar lo que hubiera pasado?", "Qué hubiera pasado si me hubiera lanzado a conocer el mundo, sin importar no tener el dinero suficiente?". La peor manera de vivir una vida, es con dudas y arrepentimientos. Si hemos conocido, viajado, aprendido y convivido todo lo que queremos, podemos estar orgullosos de lo que logramos en nuestra vida, más que conseguir títulos y menciones, o negocios y dinero.

20. Sonrisa.

El punto más importante de todos. Cuando viajas una vez, no puedes dejar de hacerlo. Ya que al viajar y experimentar los puntos anteriores, todos llevan al mismo destino. Sacarte una sonrisa.