Sistemas de comunicación, respuesta a una necesidad humana de comunicarse
La comunicación resulta ser una de las principales funciones dentro de la naturaleza animal. Todos los animales tienen la necesidad de intercambiar información emitiendo así mensajes de muy distinta naturaleza. Según el nivel evolutivo del animal, la transmisión de estos mensajes se hace por diferentes canales: pueden emplearse códigos de olores como ocurre en diversos mamíferos para delimitar territorios, códigos de color corporal como por ejemplo los calamares que cambian de color para amedrentar a otros competidores, o códigos sonoros. Este último sistema de comunicación es el que el ser humano emplea para comunicarse con sus semejantes y ha demostrado ser un canal muy efectivo.
A lo largo de la evolución, el hombre ha desarrollado la capacidad del habla, que le ha diferenciado del resto de animales. Esto le ha permitido transmitir multitud de mensajes complejos, facilitando así su desarrollo evolutivo y social y dotándole de un instrumento único que marcaría su devenir como especie dominante en nuestro planeta. Con la evolución de la sociedad humana y de su pensamiento ha ido surgiendo la necesidad de transmitir mensajes a mayor distancia. En este sentido, el descubrimiento de la electricidad y su manejo ha resultado clave para poder construir ingenios que permitieran satisfacer esta necesidad de una forma efectiva y satisfactoria.
El primer invento notable y capaz de cumplir estas expectativas fue el telégrafo, un dispositivo que utiliza señales eléctricas para la transmisión de mensajes de texto codificados, mediante líneas metélicas. Basadas en las experiencias originales del científico francés Jean-Antoine Nollet, la historia de este singular objeto se remonta al año 1753, en el cual, un científico anónimo sugirió el funcionamiento de un telégrafo electrostático usando un hilo conductor por cada letra del alfabeto. Sin embargo, el principal medio de comunicación a distancia y que supuso una auténtica revolución en las comunicaciones no fue otro que el teléfono.
El teléfono es un dispositivo de telecomunicación diseñado para transmitir señales acústicas por medio de señales eléctricas a distancia. Atribuido tradicionalmente al escocés Alexander Graham Bell, en 2002 el Congreso de Estados Unidos aprobó una resolución especial por la que se reconocía que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci.
Desde su concepción original se han ido introduciendo mejoras sucesivas, tanto en el propio aparato telefónico como en los métodos y sistemas de explotación de la red que han permitido que este invento se presente tal y como lo conocemos en nuestros días. La introducción de las centralitas de conmutación supuso un gran avance, permitiendo su difusión a gran escala y su introducción en todos los hogares. La llegada de las nuevas tecnologías de la información ha supuesto una modificación transcendental de este invento. Los servicios telefónicos que emplean internet en la transmisión de mensajes, como son los servicios de Voip Internet, van ganando terreno a las líneas telefónicas tradicionales.
Sin embargo, lo que es evidente es que la necesidad de comunicación es innata a nuestra condición de animales, por lo que irán surgiendo nuevos sistemas de comunicación más avanzados pero que no harán otra cosa más que responder a esta necesidad vital.
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