Biotecnología, alternativa para lo social
No sólo me refiero a los avances científicos, sino que hablo de todos los cambios políticos, sociales, culturales y económicos, surgidos a partir de los descubrimientos de las ciencias. La Biotecnología ha avanzado muy rápidamente y promete seguir haciéndolo. De hecho, las grandes economías del mundo y las emergentes les apuestan a los negocios biotecnológicos. Países como Taiwán le juega a la Biotecnología. En 1997, las empresas de productos biotecnológicos taiwaneses estaban valoradas en 14.7 billones de dólares; para 2005 el valor era de 80 billones de dólares. En Singapur, la multinacional suiza Lonza planea desarrollar cerca de 20 drogas para enfermedades como accidentes cerebrovasculares, diabetes y enfermedades del corazón. En Nueva Zelanda, para 2010, la industria de la Biotecnología aumentó 25% respecto de 2007. El segmento más innovador de dicho sector estaba representado por alimentos y nutrición humana (que comprende 44% de las empresas), seguido de cerca por el descubrimiento de fármacos. Nuestro vecino Brasil, actualmente, produce 25 billones de litros de bioetanol al año, y en 2017 espera aumentar esa cantidad un 150%. En Malasia, que al igual que Colombia es un país rico en biodiversidad tropical y abundantes recursos naturales, la Biotecnología ha proporcionado un factor diferenciador para sus inversionistas, que se centran en las tecnologías verdes. Colombia ha empezado tímidamente a apostarles a los negocios basados en Biotecnología, y Antioquia ha avanzado en la tarea. Sin embargo, debemos jugarle a instrumentos legislativos que favorezcan este tipo de emprendimientos y darle protagonismo a la Biotecnología en la solución de problemas sociales. Me refiero a proyectos de seguridad alimentaria a partir de cultivos biotecnológicos, que no quiere decir que sean modificados genéticamente. Alternativas para que pequeños y medianos productores campesinos se apropien de plantas reproducidas in vitro , como lo está haciendo la Secretaría de Productividad y Competitividad con la Biofábrica. Hablo de biofármacos, que beneficien a las personas más pobres. Biocombustibles no contaminantes del ambiente y de bajo costo que faciliten el transporte intermunicipal. Injertos de piel a precios muy inferiores a los actuales, que sirvan para el trasplante de la gente más pobre. En Uruguay, estas capas de piel son desarrolladas gracias a la biotecnología, permitiendo la recuperación de los niños quemados, por las estufas. Cremas antiescaras para prevenir que se rasgue la piel de personas con discapacidad y ancianos de escasos recursos. Formas de cultivo en espacios urbanos, para los desplazados que llegan a diario a las ciudades. Nuevas fuentes de alimentación animal, distintas a la soya y el maíz, de consumo humano. Tenemos cerca de 84 grupos de investigación reconocidos por Colciencias. Es importante capitalizar los desarrollos de estos grupos e implementar esquemas de negocios para el emprendimiento en Biotecnología. Ello requiere abrir el panorama y conocer los modelos desarrollados en otras latitudes, diferentes a EE.UU.
Tomado de: El Colombiano de MedellínComp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com
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