Como superar los celos en las relaciones de pareja

Antes de cualquier salida o simplemente conversando a solas ambos cónyuges, deben acordar que no se irritarán si alguien llama por teléfono al otro o se acerca a saludar, si no es mejor no salir juntos a ninguna parte.

Una pareja de cónyuges acude a una recepción social, se trata del festejo de la boda de unos amigos, todo marcha bien hasta que antes de que la orquesta inicie su segunda ronda, suena el teléfono de ella y él la mira extrañado, con un mudo reproche.

- ¿Quién era…?

- No te preocupes, amor, es de la oficina…

De pronto él le arrebata el  celular a tiempo que dice -¡a ver, veamos!- y empieza a manipular el teclado.

-¿Ves? ¡ese doctor del otro día te había estado llamando! ¡claro, ya entiendo! –sentencia.

- Pero si sólo es para cuestiones de trabajo –repone ella- cómo va ser para otra cosa?

- Seguramente tú le das lugar, y ahora te haces la que nada sabe ¡¿ahh, con que ésas tenemos?!, responde airado.

- Pero, amor, ¿cómo vas a decir eso, si sólo es…

- ¡Si sólo es, si sólo es! Entonces te felicitaré cuando te llaman, lo recibiremos en la casa ¿pero qué te has creído que soy?

Y comienza una agria discusión, más bien una dura riña entre ambos. No tardan en surgir palabras y frases hirientes y por supuesto, a elevar la voz, hacer movimientos violentos hasta que finalmente él se retira ofendido, ella corre tras él, intenta sujetarlo, se hace soltar y se marcha, quedándose ella sollozando junto a unas amigas que vienen a consolarla mientras que toda la gente la mira con curiosidad.

¡Cu&aacut e;ntas escenas como la descrita se dan en diferentes ocasiones, no sólo festejos, en cualquier momento! Y las consecuencias no se quedan simplemente en una discusión, la pareja riñe ante los hijos y los amigos, en medio de la exacerbación llegan hasta la violencia física

Por ello es tan importante la confianza en la pareja, tener presente que es él o ella quien tenemos al lado. Semejantes comportamientos revelan inmadurez en todo sentido y porque no decirlo, comportamientos desleales, pues algunas personas suponen que el otro es de su condición.

Y no sólo se trata de suponer que los demás son de su condición, pues hay quienes buscan “tres pies al gato”, es decir, desde hace rato están buscando pelear o terminar con su pareja y aprovechan cualquier situación, por más nimia que sea, para reñir con su cónyuge y soltarle una serie de frases hirientes que menoscaban su dignidad.

Acuerdo de no pelear

¿Entonces qué hacer? Pues dejar las cartas bien claras sobre la mesa antes de cualquier compromiso. La pareja debe dialogar y establecer que una llamada telefónica siempre va a existir, ya sea del trabajo o inclusive de una antigua amistad. Incluso alguien puede dirigirse a uno de ellos en la calle, en una recepción social, etc. ¡Pero eso no significa que haya deslealtad! ¡No, de ninguna manera!

Entonces hay que efectuar un acuerdo, ninguno de los cónyuges se irritará en tales casos: puede que una compañera de trabajo lo llame a él o a ella su jefe, un compañero, pero todo marcha bien y es claro pues cuando hay amor entonces hay confianza, y desde luego afecto y respeto.