Nos convertimos en zafacones
Segunda Parte - ¿Por qué nos enfermamos?
En la primera parte les mencioné que para poder sobrevivir y disminuir los riesgos a enfermedades, debemos mantener nuestro sistema inmunológico trabajando en condiciones óptimas. Concluimos en que para poder lograrlo debemos mantener nuestro organismo lo más limpio, alcalino y nutrido posible.
En este artículo profundizaremos en el aspecto de la limpieza orgánica.
Me gustaría comenzar haciendo la siguiente pregunta; ¿Cuántas enfermedades existen?
Me parece ver los gestos de sus rostros ante tan sencilla pregunta que exige una única respuesta - ¡Muchas, Miles! Pues permítame decirle que hoy vamos a romper paradigmas aprendidos y para ello debo enseñarle que existe ¡Una única enfermedad! Y Esta única enfermedad se llama “Auto-Intoxicación” “Auto-Envenenamiento” o sea el envenenamiento de nosotros mismos.
No necesitamos que nadie nos envenene porque nosotros sabemos hacerlo muy bien y diariamente lo repetimos constantemente.
¿Cómo nos envenenamos? Nos envenenamos a cada momento con:
• lo que comemos
• lo que respiramos
• lo que tomamos
• lo que guardamos
• con los altos niveles de estrés al que nos sometemos cada día
Científicamente ya está aprobado el hecho de que los altos niveles de estrés causan acumulación de toxinas en el organismo y no es secreto para nadie de que los alimentos, el agua y el aire están contaminados. Por lo tanto podemos decir que vivimos en una “cápsula” tóxica de la cual prácticamente no tenemos escapatoria.
Algunas fuentes de intoxicación como por ejemplo el aire, no podemos controlarlo pero sí podemos controlar otras, como; lo que comemos, lo que tomamos y lo que guardamos.
Probablemente alguna vez usted haya escuchado que; “somos lo que comemos”. Esta expresión es muy cierta, pero en mi práctica privada, he aprendido que más que ser lo que comemos, somos; “lo que guardamos”.
Si el comer alimentos refinados, procesados y transgénicos es dañino para la salud, mucho más dañino es guardarlos en nuestro cuerpo. Fíjese que cuando una persona se envenena con algún químico y lo descubren a tiempo; lo llevan a una sala de emergencias de un Hospital y los médicos inmediatamente le lavan el estómago y le salvan la vida a la persona. Por lo tanto les quiero enseñar que no es tanto lo que se come lo que hace daño sino lo que guardamos en nuestros cuerpos lo que nos mata.
La persona promedio en esta sociedad moderna evacua una vez al día, una vez cada dos o tres días y una vez cada dos o tres semanas (como tantos casos que veo en mi consulta privada a diario). ¡Nos estamos convirtiendo en zafacones!
Nos preocupamos por limpiar los zafacones de basura de nuestra casa, cocina, baños, etc., pero no nos ocupamos de mantener nuestros cuerpos limpios de desechos tóxicos. ¡Nos estamos convirtiendo en zafacones!
La pregunta obligada sería ¿qué efecto está causando en nuestro cuerpo y en nuestra salud la basura tóxica que estamos acumulando? Pues si quiere que le diga, está causando; diabetes, colesterol, sobrepeso, artritis, migrañas, psoriasis, problemas cardiacos, problemas digestivos, asma, alergias, problemas circulatorios, cáncer y en fin; la muerte prematura.
Todas las enfermedades que estamos padeciendo en esta sociedad moderna son derivadas de la única enfermedad que existe llamada; “auto-intoxicación”.
Si la única enfermedad que existe se llama “auto-intoxicación”, entonces podemos asegurar que el hombre moderno “se programa para enfermarse”.
No digo que en la mañana antes de salir de su casa usted se concentre en una meditación y repita; “no voy a evacuar, no voy a evacuar, no voy a evacuar”, no es exactamente eso, pero quiero que sepa que con tan solo el pensamiento de que no le gusta evacuar en el trabajo o en lugares públicos, usted le está enviando un mensaje inconsciente a su intestino y este lo está recibiendo y programándose para no evacuar. Pregúntese; ¿a quien le gusta que los compañeros de trabajo lo vean entrar y salir del baño varias veces al día?, ¿a quien que trabaje viajando, le gusta estar utilizando los baños públicos?, ¡a nadie! Por esta razón es que inconscientemente estamos programando nuestro intestino para no evacuar, por lo tanto nos estamos programando para enfermarnos.
Lo peor de todo es que el tono muscular de nuestros intestinos se ha degenerado gracias a la falta de uso regular y ha perdido la capacidad de su movimiento peristáltico. Volver a regenerar esos músculos atrofiados para que el intestino vuelva a trabajar normalmente, en muchos casos es sumamente difícil.
Si usted vota los deshechos de los alimentos en el zafacón de su cocina y esto lo repite por varios días, acumulando y acumulando deshecho; al cabo de varios días cuando usted se acerca al zafacón ¿Qué encuentra? ¿Gusanos y otros microorganismos dañinos a la salud? ¿No será exactamente lo mismo que está sucediendo dentro de su cuerpo?
Toda persona que quiera estar saludable, debe evacuar entre quince a 30 minutos luego de cada comida. No existe un parámetro exacto de cuantas veces debemos evacuar al día. Lo que sí sabemos es que si usted hace una comida al día, es aceptable que usted evacue una vez en el día, pero si usted hace tres o cuatro comidas, entonces usted debe evacuar tres a cuatro veces en el día.
La programación falsa a nuestros intestinos es lo que nos está llevando a tantas y tantas enfermedades en esta sociedad moderna.
Será hasta el próximo artículo…
Waldemar Sánchez, NTAD
Registro automático