Stuparich nació en Trieste el año 1891. Murió en Roma en 1961. Perteneció al grupo de los llamados triestinos, grupo de escritores entre los que se encontraba, por ejemplo, Italo Svevo.
No se le puede reprochar a Stuparich falta de realismo y de objetividad al relatar esta historia. Ese es quizá su pecado. El último encuentro entre padre e hijo, previo a la muerte de aquél, es sin duda un campo abonado para todo tipo de posibilidades y lucimiento de un escritor. Sin embargo, Stuparich no se permite transgredir la realidad, el trato verdadero entre padres e hijos, la timidez, el miedo a sincerarse con ese ser querido que es el padre, la necesidad de dar el último abrazo (que no se da), la escasez de cariño, tan solo existente de forma tácita en una sonrisa, en una mirada, en la expresión de los ojos, pero nunca en la palabra y el gesto explícito. Todo ello puede llegar a defraudar al lector, para quien la realidad es, si no aburrida, sí previsible, pues es lo que vive cotidianamente y quiere que ésta se trastoque, con los ingredientes ya existentes y conocidos, dando lugar a combinaciones atractivas y no vividas ni “vivibles” por él mismo. En eso consiste la novela, el arte de contar historias; por ello la pequeña novela de Giani Stuparich queda lejos de convertirse en un relato que deje huella. Una pena.
Me motiva ir al salón para coger una caja de taracea, tamaño 17x23x4 cms., que me entregaron en la clausura de un congreso en Granada, hace ya unos años. Si has tenido en tus manos un estuche de este tipo percibirás la belleza de sus dibujos, de sus colores y la suavidad que lo envuelve. Pero si precioso fue...
Honradamente nunca pensé que la literatura me iba a fascinar un montón. En estos momentos me puedo dar cuenta de la belleza que puede tener una buena novela, con toda esa habilidad del que escribe; en manejar la prosa y la descripción de lugares inimaginables en la narrativa. También puedo percibir, que si...
Nicolás Maquiavelo, historiador y filósofo político italiano, cuyos escritos sobre habilidad política, amorales pero influyentes, convirtieron su nombre en un sinónimo de astucia y duplicidad. Nacido en Florencia el 3 de mayo de 1469, Maquiavelo comenzó trabajando como funcionario y empezó a de
Frontera Libre a lo largo de estos últimos años se ha convertido en un verdadero símbolo del periodismo en el Caribe colombiano. El tiempo ha pasado y año tras año la publicación ideada por Jorge Castillo Mendoza y su familia se fortalece como una trinchera de la información y de las letras en una región...
Si hay una cosa que define a Mario Vargas Llosa es su vocación de escritor, y la fidelidad que guardará a ese propósito a lo largo de toda su vida. Una vocación que, como confiesa en sus memorias El pez en el agua (1993), surgió casi como una rebelión contra la autoridad paterna, pero pronto se convirtió en...
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