Infeccion de orina
La infección urinaria por la invasión de microbios del aparato urinario, que vencen las defensas del aparato urinario y pueden afectar desde el meato urinario hasta la corteza o revestimiento renal. Los síntomas de la infección urinaria más frecuentes se presentan al momento de orinar, tales como dificultad para orinar, comezón, ardor, frecuencia y dolor al final de la micción. Este tipo de infección es el que se produce en pacientes que normalmente acuden al médico exponiendo “cuando orino me duele”. En las infecciones más altas, conocidas como pielonefritis se dan fiebres altas, dolor lumbar, nauseas, vómitos, malestar general y escalofríos.
Causas de la infección urinaria
Las infecciones del tracto urinario pueden originarse por varios agentes. Primordialmente a causa de bacterias que se encuentran en el intestino humano, el estiércol, suelos y aguas contaminadas.
También pueden producirse a causa de virus; como la gripe, varicela, paperas, sarampión y citomegalovirus. Por hongos tales como la cándida, cuya presencia está relacionada con los tratamientos prolongados con antibióticos y con sondas. O por causa de protozoos y parásitos intestinales.
La prevalencia de las infecciones urinarias es mayor en las mujeres debido a que la uretra es más pequeña y favorece que las infecciones suban desde el área perineal. Los varones con tendencia a infecciones urinarias generalmente tienen agrandamiento en la próstata.
El uso de ropas ajustadas contribuye al desarrollo de la infección tomando en cuenta la presión que estas ejercen. La retención voluntaria de orina es otro factor que predispone a las infecciones urinarias, se recomienda orinar cada dos horas o tres horas máximo.
Las enfermedades como la diabetes, hipertensión, cálculos urinarios y gota son causantes de reincidencia de las infecciones de tracto urinario. La poca ingesta de líquidos, el clima húmedo, o la presencia de anomalías congénitas o adquiridas pueden causar infecciones más complicadas.
Tratamiento de la infección urinaria
El tratamiento adecuado se logra al identificar el agente causante de la infección mediante pruebas de laboratorio. Inicialmente se realiza una prueba bioquímica y microscópica, y posteriormente mediante cultivo y antibiograma si los resultados son positivos.
El tratamiento para infecciones urinarias está basado en antibióticos. Se recomienda a todos los pacientes una ingesta de agua abundante que incluye de uno a dos litros de agua al día.
El modificar los hábitos de micción y la corrección de hábitos intestinales (estreñimiento). Para las mujeres el aseo anal hacia atrás y el tratamiento inmediato de infecciones ginecológicas.
La duración del tratamiento depende también del tipo de infección urinaria que se presenta. Generalmente puede durar de 3 a 14 días, el tratamiento para los pacientes con diagnóstico de diabetes y mujeres embarazadas suele ser más prolongado.
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