Alianza Lima Crónica de una derrota
Corría la pelota en el camerín, la gente hacia cola, el Sol implacable sonreía, la gente se acomodaba en las butacas, en los asientos, en el cemento, los palcos olían a comida, los comentaristas limpiaban los micrófonos, las cámaras aseaban sus lentes, jóvenes hombres y mujeres platicaban…la hora avanzaba.
Los futbolistas empezaban a llegar, entraban a los camerinos en medio de hurras y aplausos, sonreían, alzaban sus manos y los Chimpunes encogían sus toperoles.
La gente seguía entrando al coloso, los asientos eran ocupados, las barras gritaban, el bullicio, las bandas, los globos, la serpentina ganaban el aire en busca de gloria.
Empezó a correr la pelota, iba de un lado a otro, el esférico perseguido por muchas piernas sudorosas, prefería los laterales, el córner, los tiros de arco, los jugadores cansados gritaban, arengaban, el árbitro complaciente paraba las acciones, permitía la lentitud, los minutos pasaban y el Gol no llegaba.
Las barras y los cánticos cesaron, el coloso callaba, se fueron al descuento.
Regresaron frescos, en la tribuna pensamos que mejorarían, que pondrían huevos, garra y ganas, pero la pelota se cansó de ir de un lado a otro sin llegar a las redes, se cansó el árbitro de parar el juego, se cansó el entrenador de gritar, se cansaron los peloteros de jugar, se cansaron los hinchas de alentar, corría la pelota de una lado a otro y en medio de la confusión, el desgano, la apatía, una pierna amiga de la pelota la empujó hacia su misma área y llegó el Gol de los Chilenos….ni ello lo creían…pero lo celebraron como si hubiesen ganado la final de la UEFA, pero ganaron, la pelota durmió tranquila, las caras tristes de siempre se fueron a sus casas, en venganza no vieron los noticieros de la noche, ni compraron diarios al día siguiente, los sabios del deporte empezaron a cruzar los números, a diagramar curvas y elucubrar teoremas para ver si en la revancha, la pelotita aquella anidaba en redes enemigas…¡Claro!, era posible, aunque en otro País, no tendrán barra, no habrá hurras a favor sino en contra, no habrá serpentinas, ni globos con los colores de su equipo, habrá pifias cuando aparezcan en el gramado, el árbitro será severo con ellos, la pelota será extranjera, correrá la pelotita para que las piernas sudorosas de los grones no la dominen, la pelotita correrá para anidarse en el arco defendido por Harold…¡Que pena!, pero Bien, por lo que hicieron en Lima, mejor por lo que no hicieron en Matute, ¿Cómo pueden jugar así?...¿como?...¡Jugaron fríos, anéticos, sin ganas, sin ideas, sin alegría!...¡están locos o que?.
La Historia dirá su última palabra.

Miguel Palacios Celi





































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