Fansía de poder primera parte
Tratando de hacer honor a la forma de ver la vida de cierta persona de nuestro medio televisivo, es que trato de hacer este relato un tanto descabellado, ficticio, irreal, esquizofrénico, y un poco jalado de los pelos. Es que la condición psicológica de nuestro héroe en la narrativa es tal, que no podemos apreciar bien si estamos frente a una realidad, o frente a un hecho ficticio. Y para no herir susceptibilidades antepongo el siempre, y ya trillado: “Cualquier semejanza con la vida real, es pura coincidencia”
Fantasía de poder, primera parte
Hace unos meses atrás, me encontraba paseando a mi mascota en el parque de los que suelen sentarse en sus bancas de madera, para escribir sus novelas, libros, artículos, etc. Yo también suelo de vez en cuando sentarme en esas acogedoras bancas para escribir mis artículos, pero esta vez se trataba de pasear a mi mascota.
Siempre me pregunté ¿Por qué la gente se aleja de mí, cada vez que paseo a mi mascota? Creo que la gente se asusta un poco con mi mascota. No sé porque se asustan si mi cocodrilo es inofensivo. Nunca se ha comido a nadie. Además a Kuky (ese es su nombre, y mide 2 metros de largo) lo alimento bien antes de sacarlo para que haga sus necesidades en ese parque tan peculiar. Mejor no digo de que lo alimento, porque si no tendría problemas con la justicia.
Bueno a lo que iba: paseando a mi mascota y viendo como se corría la gente al vernos pasar, vi en una de sus bancas, sentado y escribiendo en su laptop ¿No saben a quién? Nada menos que a “Jaibe Bamby” muy amigo mío, compañero de muchas aventuras. Me acerco y le pregunto: “Hola Jaibe ¿qué haces por acá a estas horas de la noche?” - eran como las tres y media de la madrugada – Kuky que ya lo conocía, le mueve su colita, se sienta y le da la manito. Y Jaibe me contesta: “Acá, tratando de ver como soluciono esto” yo le digo: “a ver cuéntame de que se trata todo esto, y de repente te puedo ayudar”
“Lo que pasa es que hace unos meses le vengo diciendo a la gente que soy impotente, que no creo en la penalidad del aborto, que estoy de acuerdo con los matrimonios del mismo sexo, que soy agnóstico, y otras tonterías mas, para que mi programa de televisión tenga más sintonía, y ahora no se qué hacer para revertir todo eso, ya que quiero, y se me ha antojado ser presidente de este país, que está loco de remate” Kuky interrumpe, y le dice: “No te preocupes que mi amo es experto en estos asuntos y te va a ayudar” yo le digo a Kuky: “cállate el hocico y deja que siga contando lo que le está pasando. Además aléjate que tienes mal aliento”
Jaibe sigue con su relato: “Estoy además muy preocupado, porque mi mamá me ha dicho que si sigo hablando y escribiendo tonterías, mi tío me va a desheredar” y comienza a llorar desconsoladamente. Entonces kuky se molesta y le dice: “Oye, oye, oye, deja esas cosas para mi ¿eh?” – “Kuky, ya te he dicho que te calles el hocico, déjanos conversar”
“Ya no llores Jaibe, vamos a caminar un rato para ver que se me ocurre para solucionar todo esto” – “Kuky, tu quédate aquí, para que cuides la laptop de Jaibe, mientras caminamos, haber que se nos ocurre”
Empezamos a caminar, Jaibe con la cabeza gacha mirando sus pasos que daba. Cuando de pronto se nos cruzan dos chicas despampanantes, que nos miran y dicen: “Pobrecito, ya no se le para, y a su amigo de repente le pasa igual, ja, ja, ja, ja” y se alejaron riéndose. Más adelante en el frio de la madrugada, vimos venir hacia nosotros como una bandada de nubecitas, que al acercarsenos gritaban: “Jaibe, nosotros somos los que no pudimos naceeeeeeer” Se nos escarapeló un poco el cuerpo. Pero nos volvió el alma al cuerpo cuando vimos venir hacia nosotros dos jovencitos – hombres los dos – tomados de la mano, besándose en la boca, que nos decían: “gracias, gracias, gracias” Yo los detuve y les dije: “Aguanta compadre, por si acaso, la idea es de este nada mas, ¿eh?”
Después de haber caminado un buen rato, pudimos ver a una jovencita que estaba sentada en otra banca, con su laptop escribiendo, en medio de una banca que era para tres personas. Nos acercamos muy cuidadosamente, nos sentamos uno a cada lado de la chica, para ver lo que estaba escribiendo. Y de reojo pudimos ver lo que estaba escribiendo en la pantalla de su laptop, decía: “mi mamá me mima, yo mimo a mi mamá, mi minino se llama mini, que lindo es mi minino”
Inmediatamente nos pusimos de pie, avanzamos un paso, miro a los ojos a Jaibe, y le digo: “Bingo”, “Ya lo tengo, voy a proponerle algo a esta chica, tu sígueme la corriente ¿sí?” – “¿Qué se te ha ocurrido?” me pregunta Jaibe. – “Tu sígueme la corriente después te explico”
Nos acercamos nuevamente a la banca, nos sentamos uno a cada lado de esta chica, y luego le pregunto: “¿Qué escribes?, me parece por lo que pude mirar un poco hace un rato, es que se trata de algo muy profundo e interesante” la chica simpatiquita ella, me mira con cara de asombro, voltea a mirar a Jaibe, y su asombro se muestra más escandaloso y le dice: “pero si tu eres Jaibe Bamby, el que tiene un programa de televisión de nombre “El franco timador” luego voltea me mira y me dice con un tonito un poco despectivo: “ah, y tu eres ese articulero, que escribe sus articulitos en un sitio web. Ese mismo que la otra vez, un tipo hizo anular uno de tus artículos, porque lo estabas ofendiendo” yo le digo: “si, pero mejor no hablemos de eso porque me erizo. Hablemos de ti, ¿Cuál es tu nombre, y que estas escribiendo?” – “mi nombre es Candy, y estoy escribiendo un libro de la historia de mi vida, el cual llevará por título “Mi mamá me mima” claro que mi gatito también juega un papel importante en este libro de asuntos muy profundos”
La miro cuidadosamente y le digo: “queremos proponerte un trato, ¿Qué dices?” – “Bueno, ¿de qué se trata?” – “nosotros podemos hacer que tu libro lo conozca todo el mundo y que se venda como canchita de cine de barrio, pero para esto tienes que hacer lo que te pidamos, ¿Qué te parece la idea?” – “ya, pero con tal que no sea nada que afecte la reputación de mi gatito, está bien” – “no, no, no, no. Tu felino no tiene nada que ver en esto. Mira, escucha bien y después nos dices que te parece”
Jaibe también abrió los ojos para mirarme y escuchar. Porque el también no sabía de que se trataba la cosa. No sabía que estaba pasando por mi cabeza, para tratar de revertir una de sus locas ideas, que durante varios meses estaba dale que dale diciéndola en su programa televisivo. Paso un poco de saliva, tomo aire, miro a Candy fijamente, y también de reojo a Jaibe para que se entere también, y digo: “te vamos a llevar al programa de Jaibe, para presentar tu libro. Pero para esto tienes que decir que Jaibe es tu amante, y que es una fiera en la cama. Tienes que pensar que te vas a ser famosa, y que tu libro batirá records de venta. ¿Qué respondes?” Candy, empieza a reírse sin parar, con una risa bien estruendosa. Nosotros la miramos, y también empezamos a reír, y nos reíamos juntos, por lo menos durante una hora. Luego en un instante paramos de reírnos y Candy dice: “Acepto”
Continuará.
Andrés Arbulú Martínez
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