Efectos adversos de la Flouxetina

La fluoxetina es un fármaco oral que se utiliza para tratar la depresión. Es una clase de medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), una clase que contiene citalopram (Celexa), paroxetina (Paxil) y sertralina (Zoloft).

La fluoxetina afecta a los neurotransmisores, las sustancias químicas que los nervios en el cerebro usan comunicarse entre sí. Los neurotransmisores son fabricados y liberados por los nervios y posteriormente se adhieren a los nervios cercanos.

También se conoce con el nombre de prozac o sarafem. Su uso generalizado puede llegar a presentar los típicos efectos secundarios del prozac como mareos, somnolencia, sintomas de gripe, perdida del apetito y otras sintomatologías determinadas.

Estos efectos adversos también se pueden llegar a presentar en efectos alergicos, que no son más que otro tipo de efectos secundarios de la Fluoxetina y se distinguen por ser reacciones alérgicas severas como erupción cutánea, urticaria, prurito, dificultad para respirar, opresión en el pecho, hinchazón de la boca, cara, labios o lengua, ronquera inusual.

De igual manera es que existen otros efectos secundario alergicos sobre el consumo de esta popular medicina: comportamiento extraño; heces de color negro o con sangre, dolor de pecho, confusión, disminución de la concentración; disminución de la coordinación; reflejos exagerados, sudoración excesiva, sensación de desmayo, latido del corazón rápido o irregular, fiebre, escalofríos o dolor de garganta; alucinaciones.

Así mismo es muy posible presentar efectos adversos tales como aumento del hambre, la sed o la micción; dolor en las articulaciones o en la muñeca o dolor, pérdida de memoria, aparición o empeoramiento de la agitación, pánico ataques, agresividad, impulsividad, irritabilidad, hostilidad, sensación exagerada de bienestar, inquietud o incapacidad para permanecer sentado, persistente o grave zumbido en los oídos; erección persistente y dolorosa, piel roja, hinchada, con ampollas o descamación, convulsiones, ansiedad severa o persistente, dificultad para dormir, o debilidad, náusea severa o persistente, vómitos, diarrea o dolor de cabeza, pérdida de peso significativa, dolor de estómago; pensamientos o intentos de suicidio; temblor, sangrado o moretones inusuales, ronquera inusual; mentales inusuales o graves, o cambios de humor, hinchazón inusual, debilidad inusual; cambios en la visión; empeoramiento de la depresión.