Por qué no te Debes Preocupar por las Pequeñeces

A medida que crecías, te diste cuenta de lo valioso de ese consejo. Si dejas de preocuparte por las cosas que no puedes controlar, tendrás una vida más feliz. Las siguientes sugerencias te ayudarán a evitar el estrés y a dejar de preocuparte por pequeñeces.

•    Apaga tu teléfono para que tengas tiempo de descanso sin interrupciones. Tener un teléfono sonando todo el tiempo causa mucho estrés. Deberías apagar tu teléfono por algún tiempo todos los días y disfrutar de paz y tranquilidad. Durante ese tiempo, sólo deberías atender tu teléfono si se trata de una emergencia.

•    Aprende a decir que no y a no sentirte mal por eso. Si te la pasas diciéndole que sí a todo lo que te piden las personas, vas a estar completamente agobiado(a) y estresado(a). Tendrás que poner buena cara pero, en el fondo, serás un desastre.

•    Sal por lo menos 10 minutos antes para todo. De esa manera, no tendrás que apurarte para llegar a donde vas. Si te arreglas y sales 10 minutos antes de lo necesario, te podrás relajar y no estarás estresado(a) cuando llegues a donde vas.

•    Tómate un tiempo para hacer cosas que disfrutes. Necesitas atender tus propias necesidades emocionales para que puedas darle a los demás. Dedícate algún tiempo todos los días para ejercitarte, leer, tomar una taza de té o para hacer lo que sea que disfrutes y que te relaje. Te mereces pasar algún tiempo contigo. Cuando tomas tiempo para atenderte, tendrás menos estrés y te sentirás más calmado(a) y feliz.

•    Cuando hables, enfócate en hablar en un tono de voz más suave  y en hablar más despacio. Hablar alto y rápido te hace sentir y parecer nervioso y estresado.  Esto hace que los demás sientan tu estrés y que también se pongan nerviosos. Mientras más practiques hablar en una voz suave, más calmado(a) te sentirás y estarás libre de estrés. Normalmente, otras personas responderán de la misma manera hablándote en un tono de voz suave y despacio, lo que también te ayudará a relajarte.

•    Necesitas tomarte un descanso de vez en cuando para que mantengas tu energía. Si trabajas todo el tiempo y no descansas, no lograrás terminar todo el trabajo y te estresarás. Te frustrarás cada vez más y te darás cuenta de que tienes menos paciencia y atención con los demás.

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