Viaje de fin de semana a Madrid y Barcelona
Desde hace siglos, Madrid ha sido un punto de encuentro y, desde luego, no faltan motivos para visitarla: su amplia oferta cultural y de ocio, unida a las sugerentes propuestas gastronómicas, brindan todo un gama de posibilidades para los millones de visitantes que pasan por la ciudad a lo largo de todo el año.
Quienes se acercan a Madrid buscando arte tienen la oportunidad de visitar tres de las pinacotecas más importantes de Europa: el Museo de El Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Los tres conforman el denominado Paseo del Arte, un espacio artístico único en el mundo que discurre por el Paseo de El Prado.
Los amantes de las compras también encontrarán cientos de posibilidades: centros comerciales, establecimientos tradicionales con décadas de solera, firmas internacionales de las marcas más exclusivas...
La amplia oferta comercial se distribuye por zonas bien diferenciadas: la calle Preciados, el Barrio de Salamanca, la Gran Vía... Un universo de tentaciones para todos los gustos.
Tampoco debería faltar una visita al Rastro, que se monta todos los domingos y festivos en el barrio de Embajadores, cerca de la Plaza Mayor. En el Rastro encontrará todo aquello que no se encuentra en los mercados habituales: objetos de segunda mano y antigüedades que hacen de cada visita una ocasión única.
Dado que la Corte ha estado en Madrid desde 1561, otra visita obligada son los Reales Sitios, palacios de recreo o residencias de las distintas casas reales. Estos lugares excepcionales conservan en su interior interesantes colecciones de porcelana, relojes, pinturas y otras expresiones artísticas. El rehabilitado casco histórico debe ser visita obligada, pues nos permitirá hacernos una idea del aspecto de la Villa y Corte en la época de los Austrias.
Otro de los atractivos de la ciudad son sus bares y restaurantes. Madrid cuenta con una surtida oferta en la que podemos encontrar muestras de todas las cocinas regionales del país. No pueden faltar las tapas, esa tradición tan española a la hora de comer. Los madrileños acuden a las tabernas de la Cava Baja, de La Latina y de la plaza de Santa Ana a tomar el aperitivo con su correspondiente tapa.
La Movida Madrileña, tan famosa en Europa en los años ochenta, no ha perdido vitalidad. En el barrio de Malasaña se encuentran los locales más vanguardistas a los que se suman terrazas y discotecas por toda la ciudad. El entretenimiento nocturno está asegurado.
Gracias a una extensa red de transportes que permite al turista desplazarse cómodamente desde su hotel a cualquier rincón de la ciudad, así como a su red hostelera de primer nivel, el viajero tiene a su alcance todo lo necesario para disfrutar de una visita inolvidable. A través de Internet pueden conseguirse las mejores ofertas de hoteles en Madrid. Habitaciones con encanto a precios asequibles. Ya no hay excusa para conocer la capital de España.
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