Preparación antes de hacer ejercicio
Esta pregunta es muy común en las personas que nunca han hecho ejercicio de manera regular y que desean comenzar a establecer el hábito del ejercicio en sus vidas, principalmente por motivos de salud.
Existen varios puntos importantes que hay que tomar en consideración para que la experiencia sea adecuada y segura, ya que existen muchos riesgos que se corren al pasar de un estilo de vida sedentario a uno activo.
En primer lugar debemos estar muy conscientes del punto en el que nos encontramos:
¿Cuántos años tienes? Si tienes sobrepeso, ¿qué tanto? ¿Padeces de enfermedades crónicas? ¿Tienes problemas detectados de salud en el sistema circulatorio o en el corazón? ¿Cuál es tu capacidad cardiovascular actual? ¿Dónde vas a hacer ejercicio? ¿vas a hacer ejercicio en casa?Conocer estos detalles –y otros más– es fundamental para elegir o crear el plan de ejercicio que más se ajusta a tu realidad actual y que, por lo tanto, mayor bien te hará y con el que menores riesgos correrás en la fase inicial.
Lo más aconsejable, sobre todo si tienes más de 30 años y/o un sobrepeso de más del 20%, es acudir con un médico especialista en medicina del deporte para que te haga una evaluación exhaustiva y te recomiende el tipo de ejercicio que debes comenzar a hacer.
Lo más seguro siempre es comenzar paulatinamente con un ejercicio aeróbico de bajo esfuerzo y bajo impacto durante 20 ó 30 minutos cada 3 días, como bien podría ser caminar. Conforme la condición física general vaya incrementándose podrás ir aumentando el tiempo y la frecuencia del ejercicio. Si hacemos gimnasia en casa podemos compaginar los descansos con actividades del hogar.
Es prudente no incrementar la intensidad del ejercicio hasta que se haya logrado un fortalecimiento notorio en el cuerpo, cosa que normalmente tarda algunos meses. Otro punto importante es hacer del ejercicio algo divertido para que el entusiasmo no decaiga rápidamente y abandones tus buenas intenciones.
Existe una especie de barrera psicológica que hay que rebasar para que el ejercicio se convierta en algo habitual, así es que hay que estar preparado para no abandonar el intento hasta rebasar dicha barrera. Luego todo será "miel sobre hojuelas".
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