La Ruta de la Seda en coche
La mítica Ruta de la Seda une China con las costas del Mar Mediterráneo, atravesando los países de Asia Central. Antiguamente duraba meses y se hacía en caballo o camello, un duro viaje, por lo que era una ruta que muy pocos aparte de los mercaderes hacían.
Actualmente es mucho más fácil es hacerlo en un coche de alquiler, Y digo coche de alquiler porque llevarte tu propio coche hasta China o Turquía no sale muy a cuenta precisamente, aparte que el otro siempre lo puedes ir cambiando.
Aunque la Ruta de la Seda consta en realidad de varias rutas interconectadas entre el sudeste asiático, la India, China, los territorios de la antigua Persia y Turquía, la que normalmente se denomina como tal es la que empieza en Xi’an (China) y termina en Estambul (Turquía) pasando por Samarcanda (en Uzbekistán) y el sur del Mar Caspio. Esta ruta “clásica” cruza los actuales países de China, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Irán y finalmente Turquía. Sin embargo, algunos prefieren desviarse por el norte del Mar Caspio a través de Kazajstán, Rusia y Georgia para evitar la proximidad con el norte de Afganistán y con Iraq; así como la travesía por el desierto del Taklamakan.
Sea como sea, las ventajas de alquilar un coche barato son enormes en comparación con cualquier otro vehículo, pues los más comunes (autobuses) a menudo están llenos, son viejos y el viaje se hace muy incómodo. Además, personas que lo han hecho aseguran que el combustible es mucho más barato que aquí. Por otro El problema básico son los visados: conviene tramitarlo con tiempo para no tener que quedarse días parado en la frontera esperando a que llegue el permiso para cruzar al siguiente país.
Es conveniente, si tienes la oportunidad, de cambiar el coche de alquiler según la etapa del viaje, no tendrás mucho problema para hacerlo, existen oficinas de empresas de alquiler de coches en cualquier parte del mundo y no es lo mismo transitar por las polvorientas carreteras de Irán que por las estepas de Kazajstán. Además, si tienes la oportunidad contrata un seguro de viaje, pues lo agradecerás si por alguna razón tuvieras una incidencia. Por lo demás, la gente suele ser muy hospitalaria; otra cosa es que puedas comunicarte con ellos por el tema del idioma.
Merece la pena hacer la Ruta de la Seda una vez en la vida. Lugares tan míticos como Samarcanda, el valle de Fergana, las ruinas de Persépolis o Estambul al final del largo camino, son el principal reclamo del viaje, pero es la ruta en sí y lo que ha significado en la historia lo que le da su encanto mágico. Es más que un viaje: es una experiencia.
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