Como saber si tu bebe no toma mucha leche
Como señalamos hace unos días, que las madres o su entorno señalen que no tienen suficiente leche es más habitual de lo que sería deseable, pero sobre todo casi siempre es falso. Existe una serie de signos que podrían indicar que el bebé no obtiene leche suficiente.
Ya vimos que existían un par de signos fiables que indicaban el improbable caso de que la madre no tuviera suficiente leche. Ahora vemos una serie de signos posibles, esto es, que podrían indicar que el bebé no recibe leche suficiente aunque también podrían indicar otros hechos, sin tener relación con la lactancia.
Por ello, cuando una madre señala estos signos como indicadores de leche insuficiente, hay que partir de la premisa de que no son signos vinculados inequívocamente, de modo que habría que comprobar si se cumplen los dos signos fiables (el crecimiento insuficiente y la condensación y escasez de orina del bebé)
Esto es así porque lo más normal sería que dichos signos no indicaran leche insuficiente, pero ante la duda y el estrés que dichas situaciones generan se podría producir precisamente el efecto de la reducción en la producción en la lactancia, por lo que siempre hay que animar a la madre, ayudarla y animarla en su propósito de amamantar.
Porque la mejor forma de que se establezca una correcta lactancia materna es dar el pecho a demanda, sin horarios, sin prisas y sin presiones, con tranquilidad, algo que no siempre se logra si empezamos a “sospechar” que no tenemos leche suficiente.
Hay algunos signos posibles que pueden indicar que el bebé no succione correctamente, que las deposiciones no son normales o que existe algún problema que lo incomode. No queda satisfecho tras la toma, busca más pecho. Llora a menudo (evidentemente, el llanto del bebé puede estar relacionado con mil factores diferentes y no sólo el hambre). Cólicos, necesidad de brazos y contacto, incomodidad por algún sabor derivado de alimentos que ha tomado la madre Quiere tomas frecuentes (en estos casos, evidentemente, siempre hay que ofrecer el pecho a demanda). Puede tratarse, sencillamente, de una “crisis o aceleración de crecimiento” temporal. Hace tomas muy largas. Pero recordemos que un bebé no sólo efectúa succión nutritiva para estar satisfecho y tranquilo, y no es algo que debamos evitar. Rechaza el pecho. Si un bebé rechaza el pecho puede deberse a causas diversas, e indica que está pasando por alguna dificultad que interfiere en el amamantamiento, dificultad que a veces es evidente pero que otras es difícil de interpretar. Hace deposiciones duras, secas o verdes (las deposiciones normales de un niño amamantado son semilíquidas). Hace deposiciones escasas e infrecuentes. No obstante, la frecuencia con la que los niños sanos amamantados adecuadamente hacen deposiciones es variable. Algunos niños no hacen deposiciones en varios días, mientras que otros hacen ocho o más en un día. Si el niño hace caca infrecuentemente, las deposiciones deberían ser abundantes. Un niño que parece no quedarse satisfecho tras las tomas, o que quiere comer muy a menudo o durante mucho rato en cada toma, puede que esté succionando ineficazmente y no esté obteniendo leche fácilmente.
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