Por qué las empresas deben instalar lectores de proximidad
En estos tiempos, cada vez son más frecuentes los ataques a la seguridad de las megacorporaciones y los organismos gubernamentales. Permanentemente leemos noticias sobre fallos de privacidad en gigantescas empresas de hardware o software (suele filtrarse información muy valiosa sobre proyectos en desarrollo) o, como sucedió con el caso WikiLeaks, escándalos por la publicación de cables diplomáticos.
Sin embargo, eventos de este tipo también pueden producirse en instituciones más pequeñas. No es necesario ser dueño de una compañía multinacional para verse expuesto al ataque de espías, antiguos empleados despedidos o simples curiosos. Por eso, es indispensable conocer a fondo los sistemas de control de acceso que existen en la actualidad; especialmente, los lectores de proximidad.
Muchos dueños de negocios creen que con sólo poner una puerta frontal y una puerta trasera, y brindarle a los empleados una llave de acceso, están haciendo todo lo que pueden para resguardar la seguridad del patrimonio de su empresa. Pero esta solución enfrenta varios inconvenientes. Un empleado despedido que se haya quedado con una copia de la llave podrá volver a entrar cuando lo desee para cometer actos de robo o vandalismo. La única forma de evitar que esto suceda es cambiar la cerradura… pero es una solución cara e incómoda. Además, es una medida que debe adoptarse con la mayor celeridad posible.
Los sistemas de control de accessos modernos eliminan estos problemas. En especial, los lectores de proximidad representan una de las opciones más utilizadas. Cada empleado posee una tarjeta única con la cual puede acceder a ciertas áreas particulares de la empresa. Esta tarjeta lleva embebido un código específico. El usuario muestra la tarjeta a cierta distancia del lector; el lector envía a analizar el código y, en caso de que sea correcto, se le concede el paso. En el caso de que un usuario se haga con una tarjeta y no la regrese (por razones de hurto, despido, etc), podrá eliminarse su código de identificación de la base de datos del sistema. De esta manera se ahorra tiempo y dinero y se mantiene la posibilidad de ingreso para los demás usuarios.
Además, con cada ingreso se guarda automáticamente un registro con los datos horarios del evento y el individuo en cuestión. Un análisis de esos datos permitirá estudiar la permanencia de los empleados dentro de la empresa, las áreas que más recorren, las actividades que desempeñan, etc. De esta forma se podrán tomar las medidas necesarias para aumentar la productividad (reasignando horarios y lugares de ser indispensable) y llevar un control fehaciente del cumplimiento de horarios por parte de los miembros del personal.
Otra ventaja es que elimina la necesidad de contratar guardias de seguridad. Una medida que no sólo implica gastos sino también puede llegar a afectar los niveles de satisfacción de los empleados.
Si bien existen otros sistemas electrónicos similares para regular accesos, el lector de proximidad tiene la ventaja de ser más cómodo, ya que el usuario no necesita pasar la tarjeta por el dispositivo, sino apenas aproximarla.
Raúl es Webmaster de Reparalo.com una web especializada en la reparación de dispositivos iPhone.
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