Revueltas en universidades
Estudiantes que reclaman por altas tarifas y la implementación de medidas académicas y administrativas, han sido esta semana el motivo de grandes disturbios, grescas y paros en varias universidades del país.Mientras que en la Universidad Santiago de Cali los estudiantes protestan desde hace tres días por la renuncia de los miembros del Consejo Superior de la universidad y piden una comisión de la verdad que se encargue de investigar la situación económica del centro de estudios superiores, en la Nacional de Bogotá, un grupo de encapuchados protagonizó este miércoles una protesta de más de dos horas que provocó el cierre de dos estaciones de Transmilenio y un importante tramo de la carrera 30, sentido norte-sur.
Cubriendo sus ropas y zapatos con bolsas de basura, para evitar ser identificados, y usando pasamontañas, guantes y gafas oscuras, los manifestantes comenzaron desde tempranas horas de la mañana a reunirse en el campus universitario. Se tomaron la plaza del Che Guevara, en el corazón del alma mater, arengando a los vigilanets y contra las 230 cámaras de seguridad instaladas en la institución educativa."Toda la represión, la descomposición, los golpes, los señalamientos, son para callar a los estudiantes, y poder feriar la universidad cual subasta pública, a los mejores postores", señalaba uno de los comunicados difundidos por los encapuchados.Por su parte, Moises Wasserman, rector de la Nacional, asegura que no ve en el proyecto de reforma a la educación superior un intento por privatizar la universidad pública y que, en últimas, el gran temor no debería ser a la privatización de las universidades sino a la de la calidad educativa. (ver página 38).La situación en la Universidad Santiago de Cali también es crítica. Además de las protestas de los estudiantes, y de los desordenes provocados por un grupo de encapuchados que quemaron varios archivos del bloque de profesores en la oficina del Tribunal Disciplinario, las directivas confirmaron que no hay recursos para pagar la última quincena a los docentes de la institución. Aunque han señalado que la universidad se encuentra en un plan de mejoramiento financiero, varios profesores y alumnos están planeando una asamblea general para analizar el posible cese de actividades. Los manifestantes aseguran que no levantarán el bloqueo porque no hay garantías para los estudiantes, y porque muchos de ellos han sido agredidos físicamente.A los casos de Cali y Bogotá se suma también el de la Universidad de Caldas, donde un gran número de estudiantes y docentes decidieron interrumpir el calendario de clases para protestar por decisiones de las directivas del centro educativo.Un problema que comenzó en agosto del año pasado, cuando el Consejo Superior se reunió para replantear la tabla de matrículas. Luego de cuatro meses de análisis y discusiones, se tomó la decisión de cambiar los requisitos a los estudiantes para calcular el pago de la matrícula, medida que afectó a un 70% que antiguamente estaban exentos de pagar.La propuesta, aprobada por el Consejo Superior, no cayó muy bien entre los estudiantes, que se organizaron en un movimiento para protestar y pedir la derogación de la medidaTras la visita del viceministro de Educación, Javier Botero, al campus para dialogar con los distintos estamentos de la universidad, se planteó no afectar a los estratos 1 y 2 del Sisbén con las medidas y seguir subsidiando a estos alumnos.El viernes se llevará a cabo otra reunión entre las directivas y los estudiantes, con la esperanza de avanzar en la discusión y evitar que la universidad siga bloqueada.
Tomado de: El Espectador
Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com
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