Trina Mercader, Española con espíritu marroqui
« Mi primer nacimiento en Alicante. El segundo, en Larache (Marruecos).
Mi biografía debería titularse “historia de una revista”. Porque una revista –Al-Motamid- es la que centra y orienta mi vida en Marruecos
Si en el desierto, agua significa vida –en Marruecos, país de convivencias mixtas- “-Al-Motamid” significa proximidad, unión fortaleza y encauce de su vida de su vida literaria en sus dos vertientes, la marroquí y la española. Por ello nació bilingüe –marzo 1947- en Larache, creando sobre la marcha sus primeros caminos, cuando cualquier gesto podía llamarse corazón y los encuentros hallazgos.
Hallazgo del valioso grupo literario de Melilla. Hallazgo de los poetas marroquíes. Hallazgo, la versión árabe de poetas españoles y la castellana de poetas árabes de Oriente y América. Hallazgo de los más jóvenes arabistas españoles. Hallazgo, en fin, de nuestra mejor poesía.
Años de lentitud, años de aguja sobre un bastidor difícil. Años de puntada pequeña, de paciencia, de tacto. Años en que aparecen y desaparecen revistas bien nacidas en torno a “Al-Motamid”, revista madre..
Años con el sólo pretexto de que “Al-Motamid” se afiance y se adentre por su propio destino”.
Con estas claras y contundentes palabras resume Trina Mercader su propia biografía. Esta poetisa que nació en Alicante en 1919 se mudó a Marruecos a sus diecisiete años donde ejerció como funcionaria de la municipalidad en la ciudad de Larache, hasta su traslado a Tetuán. Se considera una de las personas que más participaron y influyeron en el contacto cultural entre España y Marruecos durante los años 40 y 50.
No podemos encontrar un testimonio tan claro de los inicios poéticos de Trina como el que nos brinda su gran e íntimo amigo Cesáreo Rodríguez Aguilera en una carta en la cual dice:
” Con el pseudónimo de “Al-Motamid” firmo algunos artículos y relatos en publicaciones locales, que me relacionan con cuantos, españoles o no, tienen allí las mismas inclinaciones. Un día descubro en Larache a una tímida muchacha que me entrega unos deliciosos poemas en prosa, “que no ha enseñado a nadie”. Sin advertirla, hago que uno de ellos aparezca en la sección literaria de una publicación local, firmado con el pseudónimo de “Tímida”. La sorpresa produjo el efecto que me había propuesto. A partir de entonces reiteró sus publicaciones. Tras mi regreso a la península, el proyecto de lanzar en común una revista de poesía (muy frecuentes en aquella época), en la que pudieran encontrarse españoles y marroquíes, acabó siendo la revista “Al-Motamid”, de Trina Mercader, en la que apenas pude colaborar”
Con esta carta Cesáreo Rodríguez nos habla del nacimiento de –Al-Motamid- una revista que durante nueve añosjugó el papel de enlace entre poetas españoles y marroquíes y a veces orientales. Pero la “aventura” de Trina Mercader no fue fácil tal como veremos los testimonios de un amigo suyo como es Miguel Tarradell en una entrevista que tuvo con Frenando de Agreda Burillo en 1992 donde decía:
“Precisamente yo le apreciaba mucho, entre otras razones, porque admiraba su aventura utópica.” “Viví de cerca el vacío de su aventura, que era mayor de lo que ella, con su ilusión era capaz de darse cuenta. Era admirable su ilusión, que prácticamente no compartía, digamos, nadie. En el ambiente mortecino, sub-provinciano de Larache, lanzar una revista de poesía era de un heroísmo inaudito. Buena parte de los poetas españoles colaboraban, simplemente, porque era una manera de publicar sus textos. Los marroquíes eran reticentes, porque si entonces la palabra “colonialismo” era poco divulgada, el concepto si. Yo procuraba callarle lo que veía para no cortar su ilusión, pero era consciente del vacío en el que se movía su idea inicial, a pesar de su tesón.” “Si ahora se lo confieso a usted es para que en su trabajo insinúe el problema de su soledad – que a mí me impresionaba – y valore al máximo de lo que tuvo de aventura noblemente quijotesca. Todo lo que indique en este sentido será poco, y se lo digo como un testimonio directo de aquellos años.” “No puedo explicarle detalles útiles sobre Al-Motamid. Vivíamos a cien kilómetros de distancia, y yo no era literato, sino arqueólogo. Por otra parte la revista era Trina, y solo Trina, que se la montaba a través de su activa correspondencia, desde su soledad de Larache. Cuando pasó a Tetuán, yo ya terminé mi época marroquí”.
En la etapa en que Trina apareció en el panorama literario español y marroquí tuvo la ocasión de conocer a personajes tan importantes como Vicente Alexandre, Carmen Conde, Dris Diuri, Mohammed Sabbag, Jacinto López Gorgé, Miguel Fernández, Ben Azzuz Hakim etc. y que colaboraron en Al-Motamid dándole un empujón importantísimo.
Después de la Independencia, nuestra poetisa eligió , mudarse a Granada porque era la ciudad que más se parecía a Tetuán y a las ciudades marroquíes, cosa que demuestra el gran amor que sentía hacia ese país, y ahí fallece el 18 de abril de 1984.
Dr. CHARIA Zakaria
Estimado Dr. Charia:
Soy profesora en la Universidad de Málaga y me interesa mucho el tema tratado por usted en su Tesis Doctoral. ¿Está publicada?
Preparo actualmente un estudio sobre Trina Mercader como editora, aunque también me tienta acercarme a los poetas y editores de revistas de poesía en Marruecos y Melilla (en los años 50).
Ahora mi aceercamiento lo llevo a cabo a través de la correspondencia que mantuvieron con Bernabé Fernández-Canivell, pero su tesisi doctoral sin duda supondrá una gran aportación.
Mis saludos cordiales
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