Esterilidad femenina
¿Qué es la esterilidad femenina? Se habla de esterilidad cuando una pareja no puede lograr un embarazo después de dos años de mantener relaciones sexuales sin protección con tal propósito, mientras que se usa el término infertilidad para designar la situación de una pareja que logra tener embarazos pero éstos repetidamente terminan en abortos espontáneos.
Para evaluar la posible esterilidad siempre hay que tener en cuenta a la pareja: en alrededor del 30 % de los casos la esterilidad es masculina y en otro 40 % se trata de una esterilidad femenina. En el restante 30 %, el problema deriva de una combinación de factores de ambos miembros de la pareja.
¿Cuáles son las causas de la esterilidad femenina? Las causas de la esterilidad femenina pura pueden clasificarse en cuatro grupos.
El primero comprende diversos problemas relacionados con una inadecuada recepción del esperma en el cuello del útero, debido entre otros factores a infecciones locales, a anomalías anatómicas o a alteraciones del moco cervical, como una falta de fluidez o una acción de inhibición de los movimientos de los espermatozoides.
En segundo lugar cabe citar diversos trastornos que impiden un adecuado anidamiento del óvulo fecundado en el útero, como son las anomalías de la mucosa a causa de infecciones diversas, las anomalías relacionadas con el tamaño del útero o la presencia de fibromas.
Las alteraciones localizadas en las trompas de Falopio se incluyen entre las causas más frecuentes. Suele tratarse de secuelas de infecciones sexuales, salpingitis o tuberculosis que obstaculizan el paso de los espermatozoides o del óvulo fecundado.
El último grupo abarca las causas de origen hormonal u ovárico, que son sumamente diversas: van de la ausencia de ovulación a la insuficiencia de secreciones hormonales, pasando por las anomalías congénitas y las poliquistosis ováricas. Por último, también otras enfermedades endocrinas, ya sea de origen tiroideo, hipofisario o suprarrenal, pueden provocar esterilidad.
Tratamiento de la esterilidad femenina ¿ Cuándo hay que consultar al médico? Por lo común las parejas consultan al médico al cabo de un tiempo de buscar un embarazo infructuosamente, pero no se considera oportuno comenzar el estudio hasta que hayan transcurrido al menos dos años en esta situación.
¿Qué hace el médico? Si se acude al propio ginecólogo, éste conoce perfectamente los antecedentes de la paciente. En caso contrario, el médico recaba información acerca de los antecedentes médicos y ginecológicos, y luego somete a la paciente a un examen clínico completo que incluye también análisis de sangre y orina. Asimismo se efectúa un reconocimiento del hombre y diversos estudios para detectar una posible esterilidad masculina. Si se descarta este origen del problema, se inicia una investigación más profunda en busca de una posible esterilidad femenina.
En primer término, el médico pide a la paciente que mida su temperatura corporal basal cada mañana para comprobar si se produce normalmente la ovulación durante varios ciclos. Mientras tanto, pueden practicarse otros exámenes.
Según los casos, el médico solicita análisis hormonales, un examen del moco cervical, una prueba postcoital de Hunher para estudiar el efecto del moco cervical en los espermatozoides y una prueba de estimulación de la ovulación. El estudio de los factores anatómicos puede completarse con pruebas como ecografías, una histerosalpingografía o incluso una laparoscopia.
¿Cuál es el tratamiento de la esterilidad femenina? El tratamiento varía mucho de un caso a otro, según sea la causa del trastorno.
Si existe un desequilibrio hormonal que impide la ovulación normal, ésta puede estimularse por medio de la administración de hormonas o de fármacos específicos, como el clomifeno, bajo un estrecho control médico. Una deficiencia de progesterona se compensa con la administración de esta hormona.
Las lesiones anatómicas o cicatriciales del útero o las trompas de Falopio se corrigen quirúrgicamente, aunque con resultados variables.
Cuando los tratamientos no dan resultado, siempre queda la esperanza de las técnicas de reproducción asistida.
La inseminación artificial consiste en introducir una cierta cantidad de semen dentro del aparato genital femenino para que los espermatozoides puedan ascender por las trompas de Falopio hasta alcanzar el óvulo y fecundarlo.
La fecundación in vitro se basa en extraer óvulos maduros de los ovarios de la mujer y, en el laboratorio, ponerlos en contacto con espermatozoides procedentes del hombre para que se produzca la fecundación. Se obtienen así varios óvulo s fecundados que, una vez maduros, se introducen en el útero para que alguno se implante en su mucosa y continúe su desarrollo como en un embarazo normal.
¿Cómo evoluciona la esterilidad femenina? Más de la mitad de las parejas en las que se ha identificado una causa precisa de esterilidad logran, mediante tratamiento, llevar a término un embarazo normal. Entre las demás parejas, algunas consiguen tarde o temprano obtener un embarazo natural. Lógicamente, las posibilidades disminuyen con la edad.
La esterilidad no es grave en sí, aunque puede provocar serias dificultades, tanto desde el punto de vista psicológico como en las relaciones de pareja.
¿Cómo prevenir la esterilidad? No mantener relaciones sexuales sin utilizar preservativos.
Acudir al ginecólogo al menor signo de infección genital y respetar al pie de la letra los tratamientos prescritos por el facultativo.
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