Los tres diamantes
Amadeus le dice a su prometida “Galatea, te juro ante la eterna flama de mi pasión por ti, que mañana te casarás conmigo luciendo el vestido de novia más espectacular hecho de puros diamantes”.
Se montó en su carruaje de delfines alados color violeta y visitó a su prima Laia en el fondo del mar, la princesa sirena. Le imploró le cediera el diamante que portaba en su gargantilla, el más bello en todo el planeta, ella respondió “Este diamante ha estado en mi familia por quinientas dinastías, si me das una razón estupenda, te lo obsequiaré. Amadeus exclamó: “El amor que siento por Galatea vivirá eternamente, no solo quinientas dinastías” Laia conmovida por la pasión de su primo, se lo dio.
El enamorado montó un unicornio que podía tele-transportarlo a otras dimensiones; visitó a una entidad en la constelación de Andrómeda, en el plano etéreo llamado Melinar, famoso por poseer las joyas más poderosas del universo, y cuando le pidió el motivo para regalarle la preciada joya, él respondió “Mi amor por ella es tan grande que traspasa todas las dimensiones hasta el infinito”, el etéreo Melinar comprendió con sabiduría la sinceridad de su emoción y le concedió el diamante más poderoso del universo.
Por último, Amadeus montó su sofisticada nave de cristal y rayos laser, viajó al centro de la tierra, con el emperador de los reptilianos, Marduk que le dijo que si quería el diamante cuyo resplandor ha mantenido al mundo subterráneo vivo por milenios, tendría que cortarle la cabeza, el haría lo que fuera por regalarle ese vestido de novia lleno de diamantes. Amadeus luchó a muerte y triunfó llevándose el diamante que da vida.
“Aquí tienes amada mía tu hermoso vestido de bodas hecho de diamantes” dijo Amadeus a lo que Galatea respondió: “Querido, gracias pero mi amiga la diosa Afrodita dice que lo que está de moda hoy son los vestidos hechos de ágata”.

Lorena Somocurcio






























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