Cómo superar el miedo

De todas las emociones que los seres humanos sentimos, quizás el miedo sea la más destructiva, pues nos paraliza.

Dejamos de hacer un viaje, no nos atrevemos a iniciar una nueva relación, no nos arriesgarnos a dejar un empleo que detestamos para comenzar un trabajo que es el que más deseamos…El miedo nos bloquea y limita, haciendo que vivamos al mínimo, y muchas veces desperdiciando la oportunidad  de ser felices y llevar vidas plenas.

El miedo es el recuerdo de algo que sucedió en el pasado y que entonces proyectamos en el futuro. Pero la verdad es que cada momento que vivimos es único; el pasado ya se fue, y el futuro aún no ha llegado. Lo único real es el momento presente, y dependiendo de lo que hagamos con nuestros miedos, podemos crear un presente maravilloso, o todo lo contrario…

 El miedo es irracional por naturaleza, y la mayoría de las veces ha sido inculcado por alguien, ya sean nuestros padres, profesores, etc. Por eso podemos liberarnos de él, pues es algo “prestado” e ilusorio.

 Para contrarrestar lo irracional del miedo y superarlo, podemos escribir en un papel todo lo negativo que nuestro miedo nos dice que podría suceder ante determinada situación o elección. Anotamos todos los infortunios y desgracias que nuestra mente con miedo cree que podrían suceder. Luego meditamos sobre cada una de esas anotaciones, y con una visión objetiva examinamos qué posibilidades reales hay de que aquello ocurra. Nos sorprenderemos al comprobar que en realidad hay muy pocas o ninguna chance de que aquello suceda.

Entonces ya estamos liberados para seguir adelante, sabiendo que el futuro puede ser extraordinario, si permanecemos abiertos y confiados.

 Otro antídoto contra el miedo es sentir amor. Por uno mismo, por el lugar al que queremos visitar, por aquella persona que apareció en nuestras vidas, por el trabajo de nuestros sueños… El amor es lo opuesto al miedo, por eso si focalizamos nuestra atención en el amor, el miedo se disipa. El amor y la confianza están estrechamente relacionados, ambos provienen del corazón, ambos son prácticamente lo mismo. Al conectar entonces con el amor, la sombra del miedo desaparece por sí misma.

 Otra forma de superar el miedo es recordar algún momento o situación en la cual sentimos temor, pero avanzamos de todos modos. Más allá de si aquello nos salió como esperábamos o no, podemos reconocer que hemos aprendido algo de esa situación o relación. Y lo más importante: ¡hemos sobrevivido a ello!

Esto nos ayuda a conectar con nuestra propia fuerza, y con la capacidad que tenemos de crecer y aprender con los desafíos que nos presenta la vida. Pues sólo yendo más allá del miedo es que podemos sentir la aventura y la inmensa alegría que conlleva estar vivos

Enriqueta Olivari

www.sanatualma.com