Sufrir No Sirve Para Nada

El sufrimiento en nuestra cultura se ensalza como una necesidad para el crecimiento y la trascendencia, está arraigado en nuestro aprendizaje desde la infancia creando confusión en la contradicción permanente que nos presenta un deseo ferviente de placer en contraposición a la necesidad aprendida de sufrir y hacer difícil nuestra existencia.

El sufrimiento perdura, el dolor solo duele, sufres cuando le pones pensamientos y sentimientos destructivos al dolor físico o a las pérdidas. Realmente tu quieres  vivenciar  el placer y los poderes de tu ser real, eres por naturaleza una persona sana, sabia,  feliz, libre y bella; pero esta realidad está oculta tras una imagen no real que has  creado de ti mismo en tu guión mental.

Cuando te comprometes realmente con tus deseos y a través de tu trabajo personal cambias tu guión o programación básica para la vida, llegas a un momento en el que el placer, el gozo y  la fluidez en la realización de tus deseos se hacen evidentes. En el proceso de retornar a tu Ser Real, es natural que te sientas solo, diferente, egoísta, que sientas que no acompasas con tus seres queridos;  ten paciencia, sigue adelante, es parte del proceso.

Los viejos esquemas que hasta ahora te ofrecieron una falsa seguridad y  el molde de relaciones que los soportaba están declinando,  una pequeña porción de tu inconsciente adaptada para sobrevivir se resiste a  permitir este cambio. Es necesario que conozcas tu programación básica, tu guión mental o plan de supervivencia para que puedas convencer a tu mente inconsciente de nuevas creencias y direccionar  tu poder al servicio de tus mejores deseos. En todo momento, requieres  fortaleza de consciencia y corazón para afianzar  tu decisión de ser tu mismo, de ser fiel a tus propósitos y tus deseos y de vivir en el aquí y en ahora.

Eres responsable de tu vida, ninguna persona puede, aunque así lo quiera, responder por lo tuyo, eres un ser individual y tu tarea es ocuparte de tu propia felicidad. Las personas que te aman y a quienes amas entenderán tarde o temprano tu nueva visión de la vida y crecerán en el mismo sentido, es el proceso natural al que todos estamos llamados, cada uno tiene su momento, así que acepta confiado si alguno de tus seres amados no avanza a tu ritmo, confía en que cada uno hace lo suyo y a su manera.

Para que los cambios y actualizaciones a tu programa de supervivencia o guión mental sean efectivos,  es necesario que los programes  conscientemente, los realices inconscientemente y  los monitorees sistemáticamente conscientemente. Para iniciar el proceso  conoce tu programación, así estarás consciente de ella y en capacidad de decidir lo que quieres cambiar conscientemente, el paso siguiente será que convenzas a tu mente inconsciente del cambio y te acompañes en el proceso con paciencia y permanencia en el propósito.

Es autoreeducación, te sientes y eres tu propio padre y madre, tu propio líder, el director de tu vida.Puedes renunciar al sufrimiento como estilo de vida y darle la bienvenida al placer. Puedes renunciar a tu antiguo molde de relación  coodependiente o simbiótica y reformular los propósitos para cada una de tus relaciones en un nuevo marco de libertad y gozo. Puedes invitar a otros seres al crecimiento modelando tu poder, tu amor y tu serenidad adquiridos a través del proceso de cambio.

Y como dijo el líder Sudafricano Nelson Mandela:

“Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que seamos poderosos más allá de cualquier medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que mas nos asusta. Nos preguntamos, ¿Quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso, fabuloso? La pregunta relevante sin embargo es: ¿Quién eres para no serlo? Eres hijo de Dios. Tu pequeñez no le sirve al mundo. Todos podemos brillar, como lo hacen los niños. Nacimos para hacer manifestar la gloria de Dios que está entre nosotros. La misma no se otorga solamente a algunos de nosotros, sino que está en todos. Y, mientras que dejemos que nuestra propia luz brille, inconscientemente le damos permiso a otra gente a hacer lo mismo. Del mismo modo en que fuimos liberados de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente otros.”

Permite a tu Ser Real protagonizar tu vida, recuerda...cuando permites que tu propia luz brille, inconscientemente le das permiso a otros para hacer lo mismo. Sencillamente los seres humanos reconocemos y seguimos fácilmente a quien es, está y se siente: seguro, amoroso y alegre.

Sufrir no sirve para nada, en el sufrimiento sólo perpetuamos nuestro Guión Mental, evadimos el placer de vivir plenamente y la responsabilidad para lograrlo.