¿De dónde viene el Miedo Escénico?
“Las piernas me tiemblan… la voz se me enmudece… me olvido lo voy a decir… no sé qué hacer con las manos… Sin embargo esos hechos no son más que manifestaciones de causas más profundas. ¿De dónde viene el miedo ¿Cómo identificarlo? ¿Cómo superarlo?
Esta es la pregunta que se hacen muchas personas al hablar en público. No saben si deben apretar las piernas para que dejen de temblar, o endurecer la voz para que no parezcan nerviosos. Pero la verdad, es que el miedo escénico es un huésped de nuestros pensamientos, no de nuestro cuerpo.
Muchos especialistas recomiendan ejercicios de voz o imitación de gestos. Incluso algunos aplican la popularizada técnica de ´´echarlos al agua ´´ para que pierdan el miedo hablando en público.
Pero el fantasma siempre seguirá vivo y oculto. Algunas veces se esconde, y otras veces aparece. Puede ser en reuniones, presentaciones, exposiciones o en una simple propuesta de ideas a un superior.
Su solución es siempre posible. Con las técnicas adecuadas y un entrenamiento eficaz estos miedos desaparecen.
Es imposible compararlo con el miedo a nadar, a volar o a caminar sobre un tejado. Esos miedos solo involucran una parte de nosotros.
Cuando una persona habla en público se muestra a sí misma. Y es importante que caiga bien.
Según los sicólogos sociales nuestros comportamientos son la consecuencia de una herencia evolutiva : para sobrevivir se necesita la cooperación del grupo.
Una palabra maldicha, un discurso sin preparación, unas ideas desorganizadas podrían llevar al fracaso de una alianza. ¿Qué puede ser más espantoso que perder la mayor arma del ser humano : la unidad social?
Pongámonos en los zapatos del auditorio. ¿Escucharíamos con atención a una persona sin conocimientos, sin preparación, sin claridad en sus ideas?
¿Podría ser un líder digno de seguir?
Las personas siempre van a intentar saber quién es el que está hablando : si es una persona capaz, inteligente, impetuosa o ética. Si merece ser escuchado.
La mayor referencia de un individuo es él mismo. Es quien más se conoce. En cada conversación que tenemos le estamos diciendo a los demás quiénes somos y que queremos.
Ellos reflexionan sobre nuestro lenguaje, escuchan nuestro tono, ven nuestros gestos y sacan una conclusión.
Ahora, preguntémonos a nosotros mismos : ¿Quiénes somos?
Es una pregunta envuelta en el pasado olvidado y el presente confuso. Dentro de esta pregunta hay experiencias, personas, ideas y creencias.
Hay hombres y mujeres que duran toda la vida buscando la respuesta. Los que la alcanzan no logran expresarla.
Pues esta pregunta forma parte de la comunicación humana. Y es la comunicación la que puede resolver su complejidad.
Los entrenamiento más avanzados, se han enfocado en profundizar los test, reconocer los miedos y liberar a la persona de ellos.
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