Arqueología en Oaxaca

Tierra multiétnica, Oaxaca es una de las entidades de México que más se apega a sus tradiciones prehispánicas.  Zapotecas y mixtecas dejaron en esta entidad sorprendentes vestigios de su cultura: Monte Albán, Mitla y la poco conocida Yagul.

Monte Albán se encuentra en la estratégica cima de un cerro que domina los valles centrales de Oaxaca: el valle de Etla, el de Tlacolula y el de Ocotlán. Los zapotecas se dieron a la tarea de aplanar la cima y aprovechar los desniveles para determinar la ubicación de plazas, patios y edificios. Es una gran obra arquitectónica que habitó la élite zapoteca. Fue aquí donde, en la década de los 40, el arqueólogo Alfonso Caso encontró uno de los tesoros prehispánicos más prolíficos de México: la Tumba 7 de Monte Albán. Piezas de oro elaboradas con técnicas muy elaboradas como la filigrana, un cráneo cubierto de turquesa y otras muchas obras halladas en esa excavación nos refieren el exquisito gusto de los zapotecas.

Mitla, que se encuentra a unos minutos de Santa María del Tule, es famoso por sus tableros con mosaicos de grecas de piedra labrada. Aunque parte de sus edificios se usaron para construir una iglesia, aún puede apreciarse el Grupo de las Columnas y la Gran Casa de Pezelao. Este conjunto arquitectónico se considera el más bello de toda América. Algunos de sus muros aún conservan pintura roja de sus tiempos de esplendor. Mitla fue ocupado inicialmente por los zapotecas y más tarde por los mixtecas.

Al igual que Mitla, Yagul fue construida por los zapotecas, pero luego de un periodo de abandono, renació con la influencia mixteca. De esta zona destaca el Juego de Pelota que es el segundo más grande de Mesoamérica, el Palacio de seis pisos y los vestigios de pintura mural que aún conservan sus muros. La calle de las grecas también ostenta tableros con mosaicos de piedra labrada como los de Mitla.

Toma tu cámara fotográfica, un sombrero, bloqueador y lánzate a la aventura del Oaxaca prehispánico.