Hacia una alimentación bio-compatible
Cuando hablamos de alimentos bio-compatibles, se hace referencia a aquellos alimentos que nuestro organismo es capaz de procesar, es decir que podemos digerir, metabolizar y eliminar sus desechos; esto va en función de nuestra genética y diseño biológico, ya que cada especie tiene la capacidad de procesar determinados alimentos.
Existe un principio de correlación desarrollado por el científico Georges Cuvier, con el cual según la forma de un determinado órgano se puede deducir su función, de esta manera al revisar la anatomía del ser humano se encuentra que nuestra especie pertenece al grupo de los frugívoros, como el gorila y chimpancé, con quienes compartimos el 99% de nuestros genes, de igual manera nuestros dientes, estómago, longitud del intestino y enzimas, tienen toda la estructura de frugívoros. Si lo que comemos tiene una alta compatibilidad con nuestra genética podremos estar sanos; si no, aunque tenga todos los nutrientes, no podrá producir salud a largo plazo.
De esta manera el ser humano se considera frugívoro de amplia adaptabilidad, es decir que además de frutas, puede consumir semillas oleaginosas o frutos secos (almendras, nueces, pistaches, etc.) que constituyen la principal fuente de proteínas, además estamos diseñados para consumir: verduras, brotes, algunas raíces, ocasionalmente alimentos fermentados y por supuesto agua, estos son los alimentos de mayor bio-compatibilidad.1 Los alimentos antes mencionados deben constituir la base de nuestra alimentación, en menor cantidad pueden agregarse otros alimentos tales como: leguminosas, cereales (integrales), peces de agua fría (salmón), huevo y aves.
Hay alimentos de baja bio-compatibilidad como lo son la leche, las carnes rojas y carnes procesadas, varios estudios demuestran el daño que pueden provocar al organismo; por ejemplo un estudio realizado en Estados Unidos con aproximadamente 500,000 personas con seguimiento de alrededor de 8 años, se obtuvo que con el consumo de carne roja y procesada aumenta el riesgo de presentar cáncer de esófago, colorrectal, hígado y pulmón desde el 20 al 60% según la cantidad de consumo2, de igual manera otra investigación observó prospectivamente a profesionales de la salud cerca de 38,000 hombres y 84,000 mujeres, relacionando el consumo de carne roja con la mortalidad, se estimó que la posibilidad de morir era un 12% más por cada porción diaria de carne roja extra que se consumía y que remplazar una porción de carne roja con pescado, pollo, legumbres, frutos secos, productos lácteos descremados o granos integrales estuvo asociado con el 7-19% menos riesgo de morir.3 los cuales son datos impactantes que se tienen que tomar en cuenta, en el caso de la leche se realizó un estudio comparando el consumo de ésta durante la adolescencia con el riesgo de sufrir fractura de cadera en adultos mayores, se estudiaron alrededor de 100,000 personas que se siguieron por 22 años, los resultados muestran que por cada vaso de leche adicional por día durante la adolescencia, se asoció con un significativo 9 % más de riesgo de fractura de cadera en hombres.4
Por otro lado hay evidencias de los beneficios de consumir alimentos más bio-compatibles tal es el caso de la investigación realizada por profesores de la Universidad de Harvard en la cual se relacionó el riesgo de padecer Diabetes Mellitus con el consumo de frutas; después del ajuste de otros factores de riesgo, encontró que un mayor consumo de frutas enteras concretas, especialmente arándanos, uvas y manzanas, se asocia significativamente con un menor riesgo de diabetes tipo 2, mientras que un mayor consumo de jugo de fruta se asocia con un riesgo más alto.5 En cuanto a la mortalidad en general relacionada con el tipo de alimentación, existe una investigación realizada en más 380,000 norteamericanos con 10 años de seguimiento, la cual arrojó que mientras más se apegaban a la dieta mediterránea, considerada una de las de mayor bio-compatibilidad, en mujeres disminuía el riesgo de mortalidad por cualquier causa, incluyendo cáncer y enfermedad cardiovascular, en un 21%.6 Estas son solamente algunas investigaciones que muestran como ciertos alimentos de mayor bio-compatibilidad ayudan a prevenir enfermedades y aumentar la longevidad.
La sociedad actual necesita un cambio profundo en cuanto a sus hábitos alimenticios; ya que la mayoría de las enfermedades van incrementando de manera alarmante, disminuyendo la calidad de vida y la funcionalidad del organismo a edades cada vez más tempranas, debido a esto es necesario cambiar hacia una alimentación más bio-compatible que prevenga, controle enfermedades y prolongue la vida de calidad.
Referencias
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- García R. El código alimentario. 1ª ed. México: Lira impresos. 2011; p. 57-80
- Cross AJ, Leitzmann MF, Gail MH, et al. A prospective study of red and processed meat intake in relation to cancer risk. PLoS Med 2007; 4(12): e325
- An Pan, PhD; Qi Sun, MD, ScD; Adam M. Bernstein, MD, ScD, et al. Red meat consumption and mortality, results from 2 prospective cohort studies. Arch Intern Med. 2012; 172(7):555-563.
- Feskanich D, Bischoff-Ferrari H, Frazier L, et al. Milk consumption during teenage years and risk of hip fractures in older adults. JAMA Pediatr. 2013; 168(1):54-60.
- Muraki I, Imamura F, Sun Q, et al. Fruit consumption and risk of type 2 diabetes: results from three prospective longitudinal cohort studies. BMJ 2013; 347
- Mitrou P, Kipnis V, Thiébaut A, et al. Mediterranean dietary pattern and prediction of all-cause mortality in a US population. Arch Intern Med 2007; 167 (22):2461-2468
Lic. Nutrición Cristina Madera Cosio Correo electrónico: krismad1712@gmail.com
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