Peligros de las dietas famosas

Algunos expertos han observado tras diferentes estudios, que en el caso de seguir dietas pobres en glúcidos como las famosas dietas Atkins, et., o dietas ricas en proteónas animales como la Dukan, etc., se registra un incremento de la mortalidad, principalmente a causa de problemas cardiovasculares.

Se trata de un aumento importante de la mortalidad debido al incremento de la tasa de colesterol total y del LDL, el famoso colesterol malo, provocados por estos regímenes.

Ésto provoca la formación de placas de ateroma, problemas en el ritmo cardíaco y una activación en las vías de inflamación.

Las dietas ricas en proteínas aportan sal de manera excesiva, lo que puede incrementar la tensión arterial y por tanto, las enfermedades cardiovasculares.

Es más, el exceso de sodio puede originar complicaciones en los riñones por exceso de sal y proteína, por eso es fundamental detectar una eventual deficiencia renal antes de empezar este tipo de dietas.

La zona ósea también puede verse afectada como consecuencia de ello.

Incluso a pesar de los riesgos que conlleva estas dietas con excesos de proteínas, actualmente son muy populares por su gran efectividad al comenzarla.

El doctor francés Dukan, creador de una dieta de este tipo, defiende los resultados conseguidos con su dieta y menciona la importancia de la reducción de peso en la salud, pero no habla de los riesgos y las complicaciones que conllevan.

Otras peligrosas, son las dietas que excluyen la leche o los cereales, como los recomendados por los médicos Seignalet o Lejoyeux.

Esre régimen elimina de la dieta un grupo de alimentos que sólo puede conducir a la carencia, y en un futuro, llegar a estar enfermo.

El régimen macrobiótico reduce alimentos como la carne, fruta y verdura y aumenta la toma de cereales, basándose en las teorías del principio del yin y el yang para equilibrar la alimentación.

El riesgo al tener estas carencias tan importantes para el cuerpo humano es totalmente desaconsejable, especialmente para los niños.

Otras se basan en comer según el grupo sanguíneo de cada uno, y tienen como argumento principal, que las personas del grupo 0 negativo tienen diferentes necesidades que las del grupo A positivo.

En resumen, el grupo 0 tedría que evitar los cereales y tomar carne, el grupo A tendría que alimentarse concretamente de frutas y berduras, y el grupo B podría comer cualquier alimento, así como el grupo AB.

Esta dieta carece de cualquier base teórica y además conlleva riesgos muy grandes.